viernes, 13 de julio de 2012

Guillermo Brown

Por el Contador Daniel Hugo Jerez

William Brown nació el 22 de junio de 1877 en Irlanda, pero siendo muy chico sus padres emigraron a Estados Unidos, donde quedo huérfano de adolescente. Se embarco como grumete y fue progresando en la carrera náutica, donde se destacaba por su pericia, coraje y sangre fría. Fue prisionero de los franceses y los ingleses. Obtuvo la matrícula de capitán y llego a Montevideo en 1809, pensando dedicarse al comercio fluvial y marítimo. No obstante Dios quiso otra cosa, y le destinó tres grandes campañas navales en las que se cubrió de gloria. Poco después de iniciado el gobierno patrio en 1810, William (cuyo nombre ya comenzó a cambiarse por el Guillermo con el que lo conoce la historia), simpatizó con la causa patriota y comenzó a transportar armas y víveres a los insurrectos de la Banda Oriental. El Director Posadas lo nombra teniente coronel y con una pequeña escuadra, formada principalmente por buques capturados a los realistas, los vence en varias batallas, entre la que se destaca la que derrotó a la escuadra española situada frente a Montevideo, permitiendo que Artigas tomara la ciudad, en mayo de 1814. Retirado en Buenos Aires y dedicado al comercio, su patria adoptiva lo vuelve a convocar nuevamente en 1826 para la defensa de la Banda Oriental,esta vez ocupada por el imperio del Brasil, cuya flota bloqueaba Buenos Aires, designándolo Coronel Mayor. En esta campaña desplegó al máximo sus cualidades como organizador y comandante, logrando victorias admirables contra la flota imperial ampliamente superior, entre las que se destacó la llamada batalla de los Pozos. Varios jóvenes marinos criollos mostraron sus grandes cualidades de jefes heroicos entre ellos Espora y Rosales, que fueron llamados "los mellizos de la gloria". Los brasileños fueron ampliamente derrotados en el mar, así como en la tierra. Lamentablemente, en una de las batallas navales, murió el joven marino escocés Francis Drummond quien era prometido de la hija de Brown, Elizabeth. Al enterarse de la noticia, la joven se arrojó al río, ahogándose en él. Este hecho amargó profundamente al gran marino, cuyo carácter se tornó hosco e inaccesible. Siendo ya mayor, el Gobernador de Buenos Aires Brigadier General Juan Manuel de Rosas, lo vuelve a convocar en 1841 para defender la patria contra la agresión francesa, aliada con los unitarios y los colorados orientales. Nuevamente obtiene sonadas victorias contra los enemigos. En una de ellas derrota una fuerza dirigida por el corsario ligur, aliado a los invasores: Giuseppe Garibaldi, quien logra huir a tierra. Cuando sus hombres se disponen a perseguirlo, Brown se los impide, con grandeza sublime diciéndoles: "Déjenlo escapar que ese gringo es un valiente". Brown pasó sus últimos años retirado en su quinta de Barracas, y cuando un marino británico, ex rival suyo en la guerra del Brasil, lo visitó y le comentó que consideraba que la Argentina no había sido lo suficientemente agradecida con él, el viejo marino le respondió: "Señor, no me pesa haber sido útil a la patria de mis hijos; considero superfluos los honores y las riquezas cuando bastan seis pies de tierra para descansar de tantas fatigas y dolores". El 3 de marzo de 1857, próximo a cumplir 80 años fallece este gran hombre de mar, argentino por propia decisión, que no vaciló en tres oportunidades en dejar la comodidad de su hogar para arriesgar la vida por su patria adoptiva.

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