lunes, 18 de julio de 2022

REUNIÓN DEL INSTITUTO ROSAS DE GRAL SAN MARTÍN 16/7/2022

Por Ricardo Geraci Del Campo Ríos

Tema: Acta de Rancagua Por el Profesor Alberto Bertozzi

Mesa de debate Tema: 9 de Julio de 1816 -abierta participación-
En el día de la fecha se celebró en el Museo Rosas de Gral San Martín, una reunión abierta al público, donde el Profesor y Presidente del Instituto de Investigaciones Históricas J.M de Rosas de 3 de Febrero Alberto Bertozzi, expuso sobre el Acta de Rancagua y la coyuntura que el Libertador de América don Jose de San Martín, atravezó en su gesta emancipadora. Bertozzi desarrolló el tema con la claridad a la que nos tiene acostumbrados y conceptualmente de manera impecable. Desde la mención hoy 16 de julio (Día de la Virgen del Carmen) con la referencia histórica de don José "entronizandola" como Generala de su ejército, hasta la cita precisa de los artículos del Acta. El concepto general que nos permitimos interpretar de la excelente exposición de don Alberto, es la necesidad imperiosa del Libertador de lograr la independencia política de Buenos Aires para poder lograr la emancipación continental. Siguiente a la brillante exposición, se abrió el juego en una mesa abierta de debate que moderó el Escribano y Presidente de la Cooperadora del Museo Rosas, Néstor Raimundo Güichal. El tema siguió la lógica de las fechas que se relacionan a nuestra Declaracion de Independencia en este julio, y por supuesto el día en que se declara formalmente, un 9 de julio de 1816.
El Director de Museos Históricos de Gral San Martín ( Museo Rosas - Museo José Hernández que también fue Chacra de los Pueyrredón) Dr Julio R. Otaño desarrolló en breves minutos la coyuntura emancipadora; desde la importancia en los nombres que la levantaron y la sostuvieron como San Martín, Belgrano, Artigas y Güemes, hasta las diferencias entre los distintos Congresos que se suscitaron hasta aquel del 9 de Julio en Tucumán. Mencionó tanto el Congreso de Oriente y el federalismo y republicanismo en la figura fundacional de Artigas, como la nobleza intelectual de don Manuel Belgrano, hombre brillante y de lo mejor que brindó nuestro suelo. La importancia fundamental en ese proceso de San Martín en la creación del Ejército Argentino y la presión del mismo para que se declare la Independencia. Otaño expresó un concepto que define si se quiere esa voluntad del Libertador en profesionalizar a su ejército y declarar la Independencia, con el fin de que no se tome su patriada, como la de un grupo de fasinerosos sin legitimidad alguna. El Profesor y Abogado no dejó de destacar la figura de quienes firmaron tal declaración. Hizo además mención de las formas de gobierno que se discutían en función de si se quería una monarquía parlamentaria o se inclinaba al republicanismo. En su desarrollo, mencionó el contexto internacional de la época con respecto a este tema; manifestando que en ese 1816 la única república existente eran los Estados Unidos en un mundo donde las monarquías seguían siendo hegemónicas. De hecho hizo mención del príncipe austriaco Klemens Von Metternich como la gran influencia europea sobre la negativa a abandonar las monarquías, frente -por supuesto- al avance liberal que se da durante el siglo XIX.
El debate siguió con la opinión de estudiosos, allegados e historiadores que fueron formulando distintas miradas que nos permitieron desarrollar el tema y llevarlo a una profundización realmente fructífera.
Lo que siempre destacamos de estas reuniones es el compromiso que lleva adelante el Instituto Rosas de Gral San Martín, desde la conducción de Julio Otaño, Dr Carlos De Santis (Presidente de la Institución) el Teniente Coronel Horacio Morales (Vicepresidente) y Esc Nestor Güichal (Pdte Cooperadora Museo Rosas) y una Comisión Directiva elegida recientemente, que trabaja desde distintos frentes en la divulgación de nuestra historia. El fin siempre es conocerla, estudiarla y poder desarrollarla, expresándosela a la Comunidad con las herramientas que supieron construir las figuras intelectuales y de acción que tuvo y hoy tiene el Revisionismo Histórico. En ello los amigos y compañeros del Instituto Rosas de 3 de Febrero (con Bertozzi Norberto Chiviló y Abiuso entre los asistentes) y del Nacional nos acompañan y viceversa.
Nuestro deber y nuestra pasión es seguir generando estos espacios desde el Instituto y poder contribuir en el estudio y esclarecimento de nuestro pasado.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS J. M DE ROSAS DE GRAL SAN MARTÍN
COMISION DIRECTIVA 2022-2023: Pte Dr. DE SANTIS Carlos;. Vice 1ro. MORALES Horacio; Vice 2do.OTAÑO Julio R.; Secretarios CODAZZI LUIS Virginia; BUCCI Gabriel; Tesoreros POUSA Ricardo; BONAFERT Miguel; Voc. Tit.: GERACI DEL CAMPO Ricardo; COSENTINO Jorge; CUELLO Marisa; Voc.Sup. OVIEDO Jorge, HOLLMANN María, FALCON Antonio; Com. Rev.Ctas: HEREDIA Claudia; PONTONI Flavio; GARAVAGNO Rodolfo; VERON Anibal; DE NAPOLI Juan Cruz; SOTTO Juan Carlos.








domingo, 10 de julio de 2022

VISITA AL RANCHO QUE PERTENECIÓ AL BRIGADIER GENERAL DON JUAN MANUEL DE ROSAS. SAN MIGUEL DEL MONTE . 26/6/2022

 Por Claudia Alejandra Heredia.

“En ese año del casamiento Juan Manuel se disgustó con sus padres, se quitó el poncho y la chaqueta que le había regalado la madre y se fue. Dejó el campo y no quiso recibir sueldo ni recompensa por su trabajo de muchos meses. Juntóse con sus amigos Luis Dorrego y Juan Nepomuceno Terrero y se dedicó a la salazón de carnes. Es el fundador de esta importante industria: el estableció a los veintidós años de edad, el primer saladero argentino. Ganó mucho, y así pudo, poco tiempo después asociado con Terrero, comprar el campo en donde fundó “Los Cerrillos”. Más tarde comenzó a administrar estancias de sus parientes los Anchorena sin cobrarles. Pasaba en la ciudad breves temporadas con alguna frecuencia, pues Encarnación, durante el invierno, se quedaba allí.”

                                  “Vida de Juan Manuel de Rosas”, Manuel Gálvez, Editorial Tor, 1940.

 Mañana gris y lluviosa en San Miguel del Monte, a poco más de 110 km de Capital Federal. Casi nadie en la calle, pareciera que el Rancho está allí esperándonos exclusivamente a nosotros.   Desde que fue trasladado de su emplazamiento original en la estancia “Los Cerrillos”, propiedad de Don Juan Manuel de Rosas, y emplazado en el casco histórico, el Rancho se ha convertido en uno de los principales atractivos histórico culturales de la ciudad.

Pero para quienes hacemos de la historia una realidad cotidiana, éste no es un sitio más. Allí dentro se percibe un sentimiento común de emoción al tocar las paredes, al mirar por las ventanas, al recorrer cada una de las cinco habitaciones donde vivió DON JUAN MANUEL DE ROSAS, EL CÉSAR DE LAS PAMPAS, EL MÁXIMO DEFENSOR DE NUESTRA SOBERANÍA, EL PARA MUCHOS, PADRE DE NUESTRA PATRIA.

Corría el año 1817 cuando el joven Juan Manuel asociado, con Luis Dorrego, hermano de Manuel y Juan Nepomuceno Terrero, quien sería su socio y amigo de toda la vida, adquirieron la Estancia Los Cerrillos en la Guardia del Monte, zona de frontera con los indios. En el medio de la estancia, protegido por fosos, se destacaba el rancho, pintado de color rosa como las típicas construcciones de la época, con paredes de adobe, techo de paja tejido a mano por nativos pampas trenzando pasto y cañas de tacuara, cubierto por paja prensada en el exterior.

CRÓNICA DE UN TRASLADO INÉDITO, ÚNICO EN SUDAMÉRICA  Luego de que fuera declarado patrimonio histórico en el año 1987, el propietario de la estancia Otto Bemberg, decide afrontar el costo de 70.000 dólares para su traslado, simplemente por motivos de privacidad ya que no podía negar el acceso al público a visitar el rancho. Hasta el momento la casa había sido utilizada por la familia pero respetándola como un bien histórico.  Fueron 2 meses de intensa labor en la que trabajaron 60 personas entre arquitectos, ingenieros, técnicos, y operarios. El peso a transportar era de alrededor de 100/120 toneladas para lo cual se construyeron 3 vigas de concreto de 25 centímetros de largo y 8 cruzadas para usar como base. Se procedió a excavar alrededor para levantar el rancho entero y colocarlo sobre dicha base, que a su vez se colocó sobre un carretón con 120 ruedas. Así fue trasladada la histórica vivienda a su ubicación actual, debiendo recorrer una distancia de 60 km. 25 por un camino rural de tierra y 45 por ruta 41 a una velocidad de 5 km/h, casi a paso de hombre. Fue un hecho sin precedentes.  Así fue como el 31 de diciembre del año 1987 fue emplazado en pleno casco histórico en la intersección de las calles Juan Manuel de Rosas y Belgrano, en el corazón de la ciudad.



   

Se conserva intacto excepto el piso ya que originalmente era de tierra. El Rancho destila aires de simpleza, como su propietario... consta de 5 habitaciones en chorizo cada una con su entrada independiente, sin cocina y sin baño, porque así se acostumbraba por aquellos tiempos. Así como también se acostumbraba la utilización de puertas bajas, aleros que permitían ver de afuera hacia adentro pero no viceversa, todas medidas de defensa contra los malones de los indios que acostumbraban entrar a las viviendas con caballo y todo.

El Rancho es larguísimo... mide 25 metros. La primera sala era utilizada como un recibidor, la segunda como sala de invitados. Allí actualmente se expone una maqueta del fortín de la Guardia del Monte, construido en el año 1774 y en las paredes un cuadro que muestra la línea de fortines que constituía la frontera con el indio para el año de 1779 y otro cuadro que explica los detalles del traslado desde la estancia “Los Cerrillos”.

La tercera sala era la que servía de habitación de Don Juan Manuel y su esposa Encarnación Ezcurra, actualmente decorada con un maniquí representando un Colorado del Monte, miembro de las milicias rurales del caudillo federal, custodiando un retrato y junto a un sable utilizado por dichos y milicianos. En la penúltima habitación, utilizada como dormitorio de Manuelita y sus hermanos Juan y Pedro Pablo, se exponen objetos típicos de la época y una vitrina con documentos, por ejemplo el que obliga el uso de la diviza punzó y otros objetos como cintillos federales y la marca de yerra utilizada para marcar el ganado.

La quinta y última sala utilizada para los quehaceres domésticos alberga un busto de Rosas, pinturas y un mapa de la provincia de Buenos Aires detallando los fortines de principios de Siglo XIX.

Simple y austero, luminoso por dentro, es difícil imaginar la vida allí, en crudos inviernos, en la lejanía y la soledad de la pampa. Encarnación y los niños lo habitaban solo en época estival.   Era duro, pero ése era su mundo. Don Juan Manuel habitó el Rancho intercalando estadías en Buenos Aires hasta el año 1835.   Nos vamos felices de haber conocido una auténtica reliquia histórica. Desandando el camino, ya saliendo al exterior, una última mirada nos enfrenta con su rostro y su mensaje a la posteridad. Palabras que, particularmente, nunca dejan de conmoverme

  Durante el tiempo que presidí el Gobierno de Buenos Aires, encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina con la suma del poder por la ley, goberné según mi conciencia.  Soy el único responsable de todos mis actos,  de mis hechos buenos como malos, de mis errores y mis aciertos”

                     

 GLORIA ETERNA AL RESTAURADOR

 DEFENSOR DE NUESTRA SOBERANIA

Y DE LA SANTA CAUSA DEL FEDERALISMO.