viernes, 22 de septiembre de 2017

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA Primera Parte


Ctador Daniel H. Jerez

Antecedentes:

En España se conoce con el nombre de Guerra de la Independencia a la contienda que tuvo lugar desde 1808 hasta principios de 1814, como resistencia a la invasión francesa a la península, dispuesta por Napoleón Bonaparte. Fue una lucha desigual que desgastó a España, mas allá de las recordadas muestras de heroísmo, como los sitios de Zaragoza y Gerona.

Al comenzar el siglo XIX, España, ya en decadencia respecto de los siglos anteriores; era regida por la casa de Borbón, y ocupaba el trono desde 1788, el rey Carlos IV, hombre pusilánime y de pocas luces, cuyo único interés parecía ser la caza.  Había ido dejando los asuntos de gobierno en manos de su esposa María Luisa de Parma, intrigante y ambiciosa.  A su vez, la reina tenía su “favorito” o “valido”, Manuel Godoy [1], quien se había convertido en el verdadero conductor del gobierno español.   Es de destacar que el heredero de la corona, Príncipe Fernando fue educado por el canónigo Juan Escoiquiz, quien le inculcó su odio hacia Godoy y desprecio hacia sus padres, considerando a Carlos como indigno de ser Rey de España. Esta formación produciría gran tirantez entre padre e hijo en años posteriores[2].

Toda la política europea de esos tiempos giraba alrededor de la figura de Napoleón Bonaparte, el gran militar, oriundo de Córcega, que se había convertido en Primer Cónsul y luego Emperador de Francia.  Sus ambiciones iban más allá del país galo, anhelando ser el amo de toda Europa.  
 Resultado de imagen para los fusilamientos del 3 de mayo
Ante esta situación Godoy adoptó una política de adhesión –más aun, de subordinación- ante Francia, firmando tratados que comprometían a España a colaborar con las decisiones del Gran Corso.   De este modo España se vio obligada a poner su flota a disposición de Francia, sufriendo en 1805 la escuadra franco española, la gran derrota de Trafalgar ante los ingleses dirigidos por el Almirante Nelson.  En esa batalla, España perdió grandes marinos como Federico Gravina, Cosme Churruca, Dionisio Alcalá Galiano y Francisco Alcedo, y también varias de sus mejores naves como la  Santísima Trinidad.

Esa derrota produjo gran desagrado en toda España, pero Napoleón en los años siguientes continuó aumentando su poder en Europa, con las victorias de Austerlitz y Jena, por lo cual no vario la política de Godoy.  En 1806 el Emperador dispone un bloqueo contra Gran Bretaña para intentar ahogar su economía; que no es cumplido por Portugal, tradicional aliado británico.  Godoy firma el Tratado de Fontainebleu por el cual disponen la entrada de tropas francesas en España para conjuntamente con las españolas, invadir el país lusitano, también se conviene en dividirlo en tres pequeñas partes, (la del sur seria denominada Reino de Algarves y el Corso le prometió a Godoy ser el rey –promesa que no pensaba cumplir-).  

Gran cantidad de soldados franceses entran en España y pasan, junto con los españoles, en Portugal sin encontrar mucha resistencia.  En noviembre de 1807 la familia real lusitana huye en naves inglesas hacia Brasil.  Pese a la derrota portuguesa, continúan ingresando tropas galas en España, instalándose en diversas ciudades del norte, inclusive en Madrid, donde además en 1808 llega como jefe de todas las fuerzas el cuñado de Napoleón, el Mariscal Joaquin Murat.  Los españoles comienzan a darse cuenta que el objetivo francés ya no es Portugal, sino la propia España y el odio a Godoy se hace incontenible. 



El Motín de Aranjuez y la Farsa de Bayona:

En 1808 los acontecimientos se precipitan.  Las disidencias entre el Rey Carlos y su hijo Fernando se hacen mas notorias, siendo evidente el deseo del segundo de reemplazar a su padre.  Napoleón astutamente, los azuza a ambos por medio de cartas y enviados, pero ya ha tomado la decisión de expulsar a los Borbones del trono español. 

En marzo se produce el denominado “motin de Aranjuez” en el cual una turba asalta la casa de Godoy en esa localidad, con la intención de darle muerte por traidor.  El valido se salva a duras penas y termina siendo protegido por las tropas francesas.  Posteriormente se dirige a ese país, donde muere mucho después sin haber podido regresar a su patria. 

Durante estos acontecimientos, el rey Carlos se muestra indeciso y temeroso.  Abdica a favor de su hijo Fernando y se dispone a huir a Sevilla y eventualmente a America –como su par portugués-.  El pueblo se enfervoriza y se dispone a impedir esa huida que considera indigna de un rey de España.

Mientras tanto, Napoleón “invita” por medio de Murat, a la familiar real española a tratar amigablemente el problema del trono, (había dado instrucciones que de no aceptar la “invitación” fueran llevados por la fuerza).  Carlos acude de inmediato a la ciudad de Bayonne (Bayona) en el sur de Francia, donde se ha de realizar la entrevista y Fernando, con alguna desconfianza, también lo hace.   

En este episodio, conocido por la historia como “La farsa de Bayona”, Napoleón, luego de una recepción amable y diplomática, comienza por enfrentar a padre e hijo entre sí.  Presiona a Fernando para que devuelva el trono a don Carlos, con promesas y amenazas.  Cuando el primero accede, el emperador ya tenía en su poder la renuncia del viejo rey, agobiado por la situación.[3]

De inmediato la familia real es internada: los Reyes padres, junto con Godoy van a Fontainebleu y Fernando, junto con su hermano menor Carlos a Valençay, están en palacios con todas las comodidades, pero en realidad son prisioneros.  Napoleón designa Rey de España a su hermano mayor José Bonaparte.  De este modo indigno y relativamente sencillo, el Corso se adueñó del trono de España, y quizás creyó que no le resultaría más difícil adueñarse de su Nación y su pueblo.


El 2 de Mayo de 1808:

Mientras tenía lugar el despojo de Bayona, la situación en Madrid comienza a ser explosiva.  Fernando había dejado una Junta de Gobierno que teóricamente debía ejercer el poder de España, aunque en realidad se había convertido en un cuerpo títere por Murat, quien ejercía una función que actualmente se podría calificar como “interventor militar” en España.

El odio de los madrileños por los franceses iba a desatarse el 2 de mayo de 1808.  Por un lado dos capitanes de artillería, Luis Daoiz y Pedro Velarde encabezaban un plan para levantarse contra los invasores, que no tuvo eco en sus superiores ni en el Ministro de Guerra de la Junta. 

El hecho decisivo se produjo cuando los franceses se disponían a llevar a la princesa María Luisa y al hijo menor del Rey Carlos, Francisco de Paula –de solo catorce años- a Francia como prisioneros junto al resto de la familia.  Los españoles observan que el niño manifiesta dolor al salir y reaccionan violentamente contra los franceses[4].  

Las tropas francesas disparan contra los manifestantes, y se producen reacciones contra los invasores en toda la ciudad, en las que participan también mujeres, niños y ancianos.  Como el ejército español no los secunda utilizan armas tales como navajas, cuchillos, hachas, palos y piedras.  No logran impedir que el grueso de las tropas francesas ingresen a la ciudad y comience una lucha desigual en la que mueren muchos madrileños antes de rendirse. 

Daoiz y Velarde, indignados, junto con otros oficiales, toman el parque de Artillería en el Palacio de Monteleón y resisten durante varias horas el ataque de los invasores.  Ambos capitanes mueren heroicamente en la defensa, junto con la mayoría de sus hombres[5].  Actualmente son considerados Héroes de España y reciben el homenaje de sus camaradas de artillería todos los días 2 de mayo. 

Es de destacar que en la represión los franceses utilizaron los servicios de “mamelucos”, -mercenarios turcos al servicio de Francia- que se caracterizaban por su ser crueles e implacables. 
 Resultado de imagen para napoleon y españa
Una vez terminada la rebelión Murat dispone que todos los que habían sido tomados prisioneros portando algún arma, sean ejecutados sin juicio previo.   De ese modo, los días próximos son fusilados cerca de mil españoles.   El gran pintor Francisco de Goya inmortalizó estos sucesos en varios de sus cuadros. 

Estos hechos, lejos de amilanar a los españoles, los llenan de indignación y se producen pronunciamientos, iniciados por el del Alcalde del pueblo de Móstoles –cercano a Madrid- rechazando la presencia del invasor francés y decidiendo resistir por todos los medios a su alcance.

La Guerra de la Independencia ha comenzado y van a participar en ella todos los sectores de la Nación hispana.


BIBLIOGRAFIA:

España Histórica de Antonio de Carcer de Montalbán Ediciones HYMSA 1934.

Episodios Nacionales Primera Serie: La Guerra de la Independencia de Benito Pérez Galdós Edición de Dolores Troncoso y Rodrigo Varela Año 2005.


[1] “..hidalgo extremeño, de apuesta figura y agradable trato”  Antonio de Carcer de Montalban: España Histórica - Ediciones HYMSA 1934 pag. 978.

[2] “…era un mozo robusto y de temperamento sanguíneo, de rostro poco agradable, pues la espesura de sus negras cejas y la expresión singular de su boca hendida y de su excelente nariz le hacia bastante antipático. …..su semblante alterado y hosco indicaba el rencor de su alma”.. así describe al futuro Fernando VII, don Benito Perez Galdos en Episodios Nacionales – 1a Serie – La Corte de Carlos IV .- Cap. X pag. 189 Edición de Dolores Troncoso y Rodrigo Varela Año 2005. 

[3] “el 5 de mayo de 1808 había firmado un tratado con Napoleón, en virtud del cual renunciaba solemnemente a sus derechos sobre el trono de España, a condición que se mantuviese la independencia de España y la integridad del reino bajo el nuevo soberano que el emperador francés determinase darle”. C. de Montalban, op. Cit. Pag. 1026.

[4] “..empezó a correr la voz de que el infantito se resistían a salir de Madrid y estaba llorando amargamente.  ..Algunos patriotas….empezaron a clamar ‘¡Traición! ¡Mueran los franceses!’, ..irrumpió en el palacio la gente que se hallaba en la plaza y después de hacer entusiastas manifestaciones de adhesión al infante don Francisco, acometió a un ayudante de Murat que trataba de imponerse y cortó el correaje del coche que estaba preparado para el viaje”.  C. de Montalban – Op. Cit. Pag 1024.

[5] Benito Perez Galdos en su novela histórica “El 19 de marzo y el 2 de mayo” da la siguiente versión de los hechos: El jefe del movimiento Luis Daoiz, ofreció la rendición, pero fue insultado por el jefe francés, y pese a encontrarse herido, fue muerto a bayonetazos.  Su segundo Velarde, fue asesinado de un tiro en la espalda.  Benito Perez Galdos, op. cit. Pag. 379.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Conferencia del Dr. Arturo Pellet Lastra

El próximo viernes 22 de septiembre, a las 18 hs, en la sede del Palacio Balcarce, Av. Quintana 161, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se dictará la conferencia: "Revolución del 4 de junio de 1943" a cargo del Dr. Arturo Pellet Lastra, Académico de Número del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
Dicha actividad se
realiza en el marco del Curso Vida Política e Institucional de la Argentina 1930 - 1950, organizado por la Fundación Nuestra Historia.