El Padre de la Patria y el Padre de la Soberanía.

Por Ricardo Geraci Del Campo Ríos
El intercambio epistolar entre Rosas y San Martín es tan rico y esclarecedor que no hay forma de tergiversar u ocultar tamaño documento. (1838-1850)
En lo que respecta a la relación de ambos, puede decirse, el inicio y el fruto de tal amistosa relación se remonta al momento que el Libertador asume su rol obsesivo en la emancipación americana, presentándose mediante misiva a Rosas con motivo del bloqueo Francés a la Confederación Argentina y fechada el 5 de agosto de 1838. Escrita desde su exilio (Rivadavia, máximo responsable del mismo), en Grand Bourg donde a modo de presentarse, le hace reflexiones sobre su vida y sus actividades militares, para luego dejar en clara su posición sobre el mencionado bloqueo
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San Martín___ " He visto por los papeles públicos de ésta, el bloqueo que el gobierno francés ha establecido contra nuestro país; ignoro los resultados de esta medida.---- puntualiza en su misiva---- sí son los de la guerra yo sé lo que mi deber me impone como americano ". Dice entre otras cosas; " si usted me cree de alguna utilidad, que espére sus órdenes; tres días después de haberla recibido me pondré en marcha para servir a la patria honradamente".
La respuesta del Gobernador de Buenos Aires y encargado de las relaciones exteriores de la Confederación, fue de agradecimiento y uno supone que debió haber recibido con sorpresa ésta inesperada y gratificante adhesión en las duras circunstancias que vivía el país. El más grande hombre de América , su insigne libertador, comprendia y valoraba la causa nacional.

Contesta el Restaurador___24 de enero de 1839___" Le doy lleno de contento las más expresivas gracias por la noble y generosa oferta que se sirve hacerme de sus servicios a nuestra patria en la guerra contra los franceses .... Al hacer a V. Ésta franca manifestación , solo me propongo darle una prueba de alto aprecio que me merece"----- culmina Rosas----- " Recordando lo mucho que debe a sus afanes y desvelos la independencia de la República, como también los de Chile y Perú ... "
Nadie hasta entonces había hecho un reconocimiento categórico de cuanto debíamos a San Martín.

La respuesta del libertador del 10 de julio de 1839 es reafirmarle a Rosas su gratitud ante la elogiosa respuesta.
" ____ Me hace más honor de lo que mis servicios merecen; de todos modos la aprobación de estos por los hombres de bien, es la recompensa más satisfactoria que uno puede recibir ".
Son algunos extractos del comienzo de una relación de respeto y reconocimiento mutuo. Hay quienes insisten en dos cosas. La primera, en cuanto a que la relación de ambos se la indilgan a las gestiones de Guido, amigo del libertador y hombre que a apoyado a Rosas. En segundo lugar y no menos indignante a un supuesto " senilismo" de don José. Puede comprobarse fácilmente en las conversaciones que tuvieron Alberdi y Sarmiento con San Martín inclusive en edad ya avanzada. Allí puede notarse una claridad inalterable en cuanto tema se abordo de parte del General.

Mi conclusión a estos resumidos conceptos me remiten pensar en que mientras Juan Manuel de Rosas fue el primer mandatario en reconocer en toda su gesta a San Martín, este último, fue el primer revisionista, ya que reconoce en el Principe de las pampas al hombre patriota y de órden republicano que le dio a la patria largos años de paz y de lucha incansable también contra las pretensiones foraneas que pretendían disgregarnos. De allí que el legado más preciado de uno para con el otro. El sable corvo, simbolo de la independencia, estaba ahora en manos del Brigadier General don Juan Manuel de Rosas.