por José Luis Mignelli*
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En 1815, Juan Manuel de Rosas, quien por entonces contaba veintidós años de edad, se asoció con su
primer amigo Juan Nepomuceno Terrero y con Luis Dorrego, bajo la razón
social Rosas & Terrero. Esta tuvo por objeto comercial la
explotación ganadera y el acopio de frutos del país, así como también la
salazón de carnes y pescados. Dice Ibarguren (1) que esta última
actividad fue desarrollada en un lugar denominado Las Higueritas, cerca
de la reducción de los Quilmes.
Otros
historiadores, revisionistas o no, aportan en sus escritos semejante
información, coincidiendo en que el primigenio establecimiento
industrial encontrábase ubicado en el entonces vasto partido de
Quilmes. (2) Por
tradición familiar y en razón de que mi bisabuelo materno poseyó hornos
de ladrillos en Monte Chingolo, siempre supe que la industria de la
familia se encontraba ubicada en las inmediaciones de lo que había sido
el saladero de Rosas.
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Pese
a indicios y certezas, su ubicación no fue por todos conocida, sino
cuestión de iniciados. Así, Teófilo Hirox Funes, en su Ensayo Histórico
sobre la Fundación de Lanús, alude al tema incidentalmente calificándolo
como suficientemente documentado, al señalar que: “Alguien dice que don
Juan Manuel de Rosas (siempre su nombre presente en esta rememoración
lanusense!) fundó mucho más allá, y mucho tiempo antes, un saladero de
activa vida industrial. La referencia parece cierta y documentada pero
conviene situarla al margen de esta enumeración, ya que su ubicación
precisa debió estar en las cercanías de Monte Chingolo…” (3)
En
un trabajo publicado en 1989 por la Sociedad de Arquitectos de Lanús,
puede leerse respecto a Las Higueritas que: “Junto al camino principal
de acceso habían hallado restos de piletones de ladrillo vasco de 1.20 m
de profundidad. En ese lugar no crecía nada debido al salitre que
afloraba. Este hecho alimentó la idea de que allí había funcionado un
saladero. En la década del treinta llegó una comisión buscando un sauce,
un paraíso y un ombú que presumiblemente rodeaban una construcción en
la que, a partir de 1815, funcionó un saladero perteneciente a la
sociedad integrada por Dorrego, Rosas y Terrero…” (4).
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Faena en el saladero
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Por
intermedio de mi madre, supe que una de las socias del Círculo de
Docentes Jubilados de Lanús que ella preside, es la actual propietaria
de la casa del saladero, habitando en parte de la misma. Sus padres
habían comprado la propiedad en 1922, ocupándola previamente en calidad
de puesteros. Debo
a la gentileza de esta señora la oportunidad de visitarla, en vísperas
de cumplirse el 25 de Noviembre de 1991, el 176º Aniversario de la
fundación de aquella industria. La casa habría sido construida en 1778
por el padre del General Wenceslao Paunero y consta de tres cuerpos
contiguos de distintas alturas. Las paredes están asentadas en barro y
conchilla. La fachada principal orientada hacia el Río de la Plata (SE)
se encuentra hoy encerrada en el interior de la manzana y es pared de
0.90 m de espesor, asegurada con zunchos de hierro forjado consistentes
en dobles eses (S), unidas por pernos que traban el conjunto.
Techos
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Razones
de habitación y cambio en la explotación económica, hicieron que el
edificio sufriera con el tiempo numerosas modificaciones en parte de su
exterior e interior, conservándose la estructura general felizmente
intacta. En el amplio salón donde presumiblemente funcionó la industria,
todavía puede verse el techo de ladrillos con tirantería y alfarjías de
madera (artesonado), vestigio de cegadas arquerías y ventanas
coloniales con rejas de hierro forjado. Las azoteas, embaldosadas en
rojo, ostentan la marca Pierre Sacomann *) de Marsella. La construcción
necesariamente evocada en frecuentes páginas de historia, se yergue
aún allí, en el número 940 de la calle Magdalena de Lanús Este, a una
cuadra de la transitada Centenario Uruguayo y a 100 m. de las
inactivadas vías del ex Ferrocarril Provincial. En
su actual frente, placas oscurecidas por el tiempo recuerdan la
importancia de aquel asentamiento industrial. Las más antiguas datan de
1938 y 1940 y dicen así: “Homenaje
al primer establecimiento industrial argentino de carnes, creado en el
país por el Brigadier General Juan Manuel de Rosas. 25 noviembre 1815 –
El Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas – 25
noviembre 1938”.
“Al
primer establecimiento industrial argentino de carnes creado en el país
en 125º aniversario de su fundación. El Centro Comercial de Lanús. 1815
– 25 de noviembre – 1940”.
Placas conmemorativas en el frente actual
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Si
consideramos la escasa atención que se ha dispensado en el pasado a la
conservación de zonas y lugares históricos de nuestro país, puede
concluirse que constituye un privilegio y motivo de legítimo orgullo
para los bonaerenses de Lanús, la permanencia de este edificio, con
seguridad el más antiguo del partido. Cabe preguntarse al respecto si el
Estado permanecerá impasible, o si por el contrario, dispondrá
medidas tendientes a su restauración y conservación, apoyando
económicamente en esta tarea a su propietaria (5), quien lo habita
orgullosamente. La
casa del saladero merece y acredita razones valederas para ser
preservada, por estar vinculada a la historia económica de la Provincia
de Buenos Aires. Así lo exigen el respeto por la memoria de los que en
el trabajo nos precedieron con visión, emprendimiento y esfuerzo, y el
reclamo todavía inaudible de las generaciones que nos sucedan.
Lanús, Noviembre de 1991
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*)
Nota: Baldosas de esta marca “con sus características anclas en los
extremos”, fueron también halladas en las excavaciones del Caserón de
Rosas en Palermo, así como otras de reemplazo de la marca Dubosc de la
ciudad francesa de Le Havre. (Ver Daniel Schávelzon y Jorge Ramos.
Excavación Arqueológica en el Caserón de Rosas en Palermo. Informe de la
segunda temporada de excavación (1988). Revista del instituto de
Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, Nro.26
correspondiente a Octubre - Diciembre de 1991).
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Referencias:
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1) Carlos Ibarguren. "Juan Manuel de Rosas. Su vida, su drama su tiempo". Página 43 Editorial Theoría. Buenos Aires, 1972.
2) Ernesto
H. Celesia. "Rosas. Aportes para su historia". Páginas 37/38. Ediciones
Peuser. Buenos Aires, 1954 y Juan A. Pradère. "Juan Manuel de Rosas. Su
Iconografía". Tomo 1, Página 21. Editorial Oriente. Buenos Aires,
1970.
3) Teófilo Hirox Funes. "Ensayo Histórico sobre la Fundación de Lanús". Página 6. Lanús, 1963.
4) Diana
Borejko, Gloria Espinosa y C. Leonor Yañez. "Lanús: De Rural a
Urbano". Página 11. SAL. Sociedad de Arquitectos de Lanús. Sub-comisión
de Preservación. Patrimonio Rural. Buenos Aires, 1989 (del testimonio de
Doña Cleofé Oliva Faustina Rossetti de Roagna).
5) Doña Leticia Roagna de Cristiano.
Actualmente ya no existe no? Por que buscando en el gps fugura una casa moderna en la direccion citada .Una pena que se haya perdido ese patrimonio de todos .un saludo
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