sábado, 17 de diciembre de 2011

Institucionales

REPRESENTANTES DE LA COMISION DIRECTIVA CONCURRIERON EL DÍA 9 DE DICIEMBRE DE 2011, A LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTIN (UNSAM) AL ACTO DE ASUNCION DEL SR. INTENDENTE MUNICIPAL DE GRAL. SAN MARTIN, EL DR. GABRIEL NICOLAS KATOPODIS, DONDE LA NUMEROSA CONCURRENCIA ESCUCHO EL DISCURSO INAGURAL DE SU GESTION, RECIBIENDO A SU FINALIZACION MUESTRAS DE AFECTOS Y AUGURIOS EN SU NUEVA GESTION.-

ASIMISMO, NUESTRA INSTITUCION, COMPARTIÓ CON LA ASOCIACION COOPERADORA DEL MUSEO REGIONAL B.G. ROSAS DE SAN MARTIN, EL DIA SÁBADO 10 DE DICIEMBRE, UN ALMUERZO DE CAMARADERIA DESPIDIENDO EL AÑO, Y LOS DIRECTIVOS DE AMBAS INSTITUCIONES HICIERON UNA RESEÑA DE LAS NUMEROSAS ACTIVIDADES HISTORICAS- CULTURALES DESARROLLADAS EN EL HISTORICO LUGAR DENOMINADO “CASA DE ROSAS”.-
A SU FINALIZACION LA ASOCIACION COOPERADORA HIZO ENTREGA DE VARIOS DIPLOMAS A PERSONAS QUE SE DESTACARON POR LOS SERVICIOS PRESTADOS A LA NACION Y A LA INSTITUCIÓN.-

ACTO SEGUIDO LOS PRESENTES BRINDARON POR UN PROPERO AÑO 2012 .-

Ctador. Daniel Hugo Jerez Dr. Carlos Alberto De Santis
Secretario Presidente

jueves, 1 de diciembre de 2011

Los restos del mariscal Solano López

Por Efrain Cardozo

Alta y blanca cruz se levanta en el sitio, cercano al río Aquidabán, en que, según los documentos oficiales publicados en 1936 fueron exhumados el 2 de diciembre de dicho año los restos del mariscal Francisco Solano López para su inmediata traslación al Panteón Nacional de los Héroes, en Asunción Un viaje efectuado en 1970 al grandioso escenario de la última batalla de la guerra de 1864-1870 renovó algunas dudas que ya en aquella época, hace más de setenta años, se tuvo acerca de la suficiencia de los métodos empleados para autenticar la sepultura e identificar los huesos atribuidos al mariscal López.

Hasta el entonces ministro de Relaciones Exteriores, doctor Juan Stefanich, a fin de disipar recelos y desconfianzas, se vio obligado a publicar en “La Nación” de Asunción, el 23 de setiembre de 1936, una extensa información acerca del procedimiento seguido para llegar al importante descubrimiento.

“La noticia del hallazgo de los restos del Mariscal”, comenzaba diciendo el doctor Stefanich, “después de sesenta y siete años de haber sido sepultados, produjo cierta actitud de sorpresa e incredulidad en la población. Era necesario saber con certeza la relación exacta de los hechos y conocer con fidelidad la descripción de los restos hallados para ofrecer a la opinión nacional el testimonio auténtico y veraz de un hecho de profundo alcance histórico. Un viaje interesante que acabamos de realizar a la ciudad de Concepción, acompañado del primer magistrado de la Nación (coronel Rafael Franco), nos facilitó los medios de cerciorarnos personalmente de todas las circunstancias y antecedentes que el público debe conocer en una exposición ajustada estrictamente a la verdad”.

Y he aquí la exposición del Dr. Stefanich: “Es un hecho indudable que los restos del mariscal López y los de su hijo Pancho, coronel de la Nación, muerto también en Cerro Corá, fueron sepultados en dos fosas, próximas una de otra, a orillas del río Aquidabán cerca del sitio donde cayeron. Los testimonios recogidos por la Comisión encargada de la exhumación y traslado de los restos se fundan en el conocimiento que de ellos ha ofrecido el anciano veterano don Bonifacio Obando, quien hace la siguiente relación de los antecedentes, ratificada últimamente ante el primer mandatario y sus acompañantes”.

“Al terminar a guerra –dice Obando- tenía más o menos dieciocho años. Eran mis conocidos y amigos en Asunción el teniente Benigno Frutos, encargado de la caballada del Mariscal y de su Estado Mayor, y Victoriano López, sirviente de madama Lynch. Ambos me informaron en los primeros tiempos después de la guerra que sobre el paso del río Aquidabán, en la margen izquierda, a una distancia de cien metros aproximadamente, por orden de madame Lynch, quien pidió permiso a dicho efecto a los jefes brasileros, sepultaron los restos del Mariscal y los de su hijo, en dos fosas paralelas al río. Y que construyeron dos cruces de madera, las que fueron colocadas sobre las dos sepulturas”.

“Los dos actores nombrados aludían con frecuencia a tales antecedentes –dice Obando- relatando hechos y circunstancias minuciosas de los sucesos históricos de Cerro Corá, en conversaciones frecuentes y habituales conmigo”.

“Diez años después de la guerra, es decir en el año 1880, y en ocasión de viajar hacia los yerbales, Obando se encontró accidentalmente de paso por Cerro Corá, en compañía de un amigo ya fallecido, de nombre Gabriel Marín. Descansando ambos en el paso de Aquidabán, encontraron las dos cruces expresadas, una de ellas sin brazo y la otra casi destruida ya por los viajeros que la desmenuzaban para llevarlas como reliquias. Particularmente interesado por el conocimiento que tenía de los antecedentes, Obando se dedicó a localizar con algunas señales el lugar exacto de las tumbas. Tomando como punto de referencia unos “arrecifes” –dice el relator- es decir, algunas piedras en el curso del Aquidabán, dirigí la visual hacia las cruces y me fijé en un árbol situado a unos cuarenta metros más allá de las sepulturas. Con un machete me aproximé a pelar el árbol, sacándole una gran parte de la corteza”.

“En el año 1897 –prosigue Obando- estuve por segunda vez en el mismo sitio, siendo mi compañero entonces Genaro Jiménez, no encontrando ya las cruces, aunque si el árbol marcado a machete”.

“En fecha 28 de agosto último (1936) se trasladó a Cerro Corá la Comisión Especial destacada desde Concepción, compuesta por Romualdo Irigoyen, del coronel y Jefe de la División de Concepción, don Higinio Morínigo, y de don Marcial Roig Bernal. Acompañaban a la Comisión, los veteranos Bonifacio Obando y Genaro Jiménez y numerosos vecinos y familias de los viajeros”.

“A las nueve de la mañana, del día 30 de agosto, la Comisión acampó en Cerro Corá, sobre la ribera del Aquidabán. Desde allí y sobre la base de los informes suministrados por los nombrados veteranos, se practicaron las primeras exploraciones en busca de las dos tumbas.

“El aspecto del lugar había cambiado. Lo que en 1880 había sido un campo, estaba cubierto ahora de una selva espesa. Los trabajos de exploraciones fueron, por consiguiente, dificultosos. A raíz de las observaciones de ese día se resolvió trasladar el campamento en la proximidad del lugar denominado “Tapé Tuyá” sobre el río Aquidabán nigüí”.

“El día 2 de setiembre fueron hallados los “arrecifes” en el curso del río citado. Se abrió desde allí una picada en la dirección indicada por el veterano Obando, yendo ello a terminar sobre un árbol de Curupay, revisado el cual se hallaron a bastante altura señales de haber sufrido descascaduras antiguas”.

“Se examinó detenidamente el sitio, hallándose a unos ochenta metros de la ribera del río dos hundimientos rectangulares del terreno a una distancia de un metro del otro, con la apariencia de sepulturas antiguas”.

“En tal situación se procedió a invitar a las autoridades y vecinos de la población de Pedro Juan Caballero, quienes llegaron al sitio en corporación, tomando parte en la tarea de contribuir a la exhumación de los restos”.

“Procediose a cavar las tumbas señaladas. Se extrajeron algunos restos de madera, piedras mezcladas con tierra negra y colorada. Y a la profundidad de un metro se encontraron algunos pocos y menudos fragmentos de huesos humanos que fueron cuidadosamente recogidos. Era todo lo que restaba en las dos tumbas. No había más”.

“En medio de una emoción silenciosa se llenó una pequeña urna de madera con un poco de tierra extraída de las dos tumbas y en un pañuelo blanco se reunieron los pequeños fragmentos óseos, que fueron depositados en la caja”.

“Presa de un hondo fervor, la multitud agrupada en el solitario lugar elevó sus oraciones en sufragio de los muertos por la patria. Las sagradas reliquias del más grande defensor de la patria paraguaya vinieron a abandonar su soledad de más de medio siglo para venir a descansar en el corazón de su pueblo.”.

“Una cruz de hierro será levantada en aquel lugar, santificado por el sacrificio, señalando el sitio de las dos tumbas al recuerdo de la posteridad”. Hasta aquí el relato del doctor Stefanich, a lo que parece, no fueron fuerza para desvanecer las dudas que expresamente se mencionaron. Anunciada para el 12 de octubre siguiente la solemne traslación de la urna funeraria al Panteón de los Héroes, “La Nación”, en editorial del 7 del mismo mes, se refirió a “algo que parece preocupar a algunas personas y que incluso podría –de no aclarárselo anticipadamente- restar parte de la grandiosidad que corresponde a las ceremonias del próximo 12 de octubre: la autenticidad de los restos del Mariscal”.

Y agregaba el vocero oficialista de entonces: “Las crónicas periodísticas dando los detalles prolijos de cómo la comisión especial destacada desde Concepción dio con la sepultura que guardaba los restos del Mariscal y de cómo se pudo todavía rescatar el polvo de algunas partículas materiales del héroe, no había sido, a lo que parece, parte para despejar algunas dudas. Tampoco lo fue la relación de los antecedentes y testimonios relativos a la exhumación de tales restos dada a publicidad por el Dr. Juan Stefanich después de su regreso de Concepción a fin del mes pasado”. Y finalmente: “Después de todo, nos preguntamos; ¿qué significación tendrían estas dudas frente al simbolismo del gran acto proyectado por el gobierno de la revolución y con el cual se va a dar satisfacción al auténtico y unánime sentimiento popular?”.

Si persistían las preocupaciones acerca de la autenticidad de los restos, el gobierno no parecía mostrar mucha firmeza en sus convicciones como se desprende de estas últimas palabras que tienden a configurarlo todo –la exhumación y el depósito de los “pequeños fragmentos óseos” en el Panteón Nacional- como un simple simbolismo. De todos modos, la versión oficial ofrecía demasiadas rendijas por donde pudieran colarse toda clase de incertidumbres. En todo lo publicado no había nada que ayudara a generar certezas acerca de la autenticidad de los restos que se decían eran los del mariscal López. La información que se utilizó para ubicar la tumba provenía de una sola persona, el veterano Bonifacio Obando, que no había estado en la batalla de Cerro Corá, y que la obtuvo más de medio siglo atrás de otros veteranos, el teniente Frutos y Victoriano López, a cuyo cargo habría estado la inhumación de los restos el mismo 1º de marzo de 1870.

No fueron consultados para verificar esos datos ni los historiadores nacionales especializados –Juan E. O’Leary estaba entonces en la plenitud de su vigor intelectual- ni la abundante bibliografía, documentación y cartografía existente acerca de la muerte del mariscal López. Tampoco fue consultado un paraguayo eminente que poseía, según era notorio, información fidedigna acerca del lugar del entierro del mariscal López y que incluso lo conocía “de visu”, por testimonio del general Patricios Escobar que le señaló exactamente el sitio y que quiso ponerse de rodillas para jurarle que allí estaba la sepultura. Nos referimos al venerable Arzobispo de Asunción, monseñor Juan Sinforiano Bogarín cuya declaración, signada por la Cruz, obra en poder, en copia fotográfica, del autor de esta nota, obsequiada por el Dr. Victor I. Franco.

En cuanto a los huesos recogidos, tampoco se buscó el peritaje de los especialistas en osteología, que había entonces muchos y muy buenos, sobre todo en la Sanidad Militar, como efecto de la experiencia de la guerra del Chaco donde se pusieron a prueba las enseñanzas de nuestra Facultad de Ciencias Médicas. Un somero examen científico de los restos hubiera determinado fácilmente si ellos correspondían a un ser humano y de las características anatómicas muy conocidas del mariscal López. Solamente se tuvo en cuenta el testimonio de segunda mano del anciano veterano Obando, según el cual: 1º- Los restos del Mariscal y de su hijo Pancho fueron sepultados sobre el paso del Aquidabán, en la margen izquierda, a una distancia de cien metros aproximadamente.

2º- Ambos fueron enterrados en dos fosas distintas paralelas al río sobre las cuales se erigieron cruces.

3º- Un arrecife del río y un árbol descascarado a machetazos en 1880 eran los puntos de referencia para la localización de las tumbas.

Sin hacer hincapié en los procedimientos de la comisión exploradora de 1936 señalamos solamente algunos hechos. Un arrecife como punto de referencia es sumamente impreciso porque en ese trecho del río Aquidabán no hay uno sino varios arrecifes, que aparecen, desaparecen, disminuyen o aumentan de número, según las crecidas o estiajes del río. ¿Cómo pudo conservar el veterano Obando en su memoria el preciso arrecife que eligió en 1880 como punto de referencia?.

Los exploradores de 1936 no buscaron las tumbas a cien metros como indicaba Obando, sino a ochenta, una vez localizado el curupay. Ya no había rastros de cruces, sino dos “hundimientos rectangulares del terreno a una distancia de un metro del otro, con la apariencia de sepulturas antiguas”. Se hace muy difícil creer que al cabo de sesenta y seis años –el tiempo transcurrido entre 1870 y 1936- el terreno aún mostrara rastros de las excavaciones, en forma de hundimientos de formas geométricas. Nociones elementales de geología indican que la doble acción de la erosión y de la sedimentación, por efecto de lluvias, vientos, inundaciones, sequías, follajes, ramas secas, etc., alteran permanentemente la faz de cualquier superficie terrestre, y más aún en las inmediaciones de los cursos de agua, como es el caso.

Que donde fuera efectuada la excavación se hubiera encontrado huesos humanos, no tiene nada de extraño. Esa zona fue escenario de batalla. Allí el grueso del pequeño ejército paraguayo al mando de los coroneles Juan de la Cruz Avalos y Angel Moreno defendió hasta la muerte el paso del río Aquidabán. Según el relato del general Resquín las fuerzas paraguayas fueron exterminadas al avance del ejército brasileño, inconmensurablemente mayor en número y en armas. Seguramente en ese sector no se ha de dar un paso sin encontrar el sitio de una muerte gloriosa. Pero allí no estuvo el mariscal López, quien se encontraba en su cuartel general, y luego marchó en dirección al paso pero sin ir más allá de la mitad del camino, detenido ya por el incontenible avance del enemigo.

La búsqueda fue de “dos tumbas rectangulares y paralelas al río”, según la referencia del veterano Obando. “Es un hecho indudable”, dice el doctor Stefanich, que los restos del Mariscal y de su hijo Panchito fueron sepultados “en dos fosas, próximas una de otra, a orillas del río Aquidabán, cerca de donde cayeron”. Ese “hecho indudable” no es corroborado por ningún testimonio, salvo el del veterano Obando. En cambio todos cuantos relataron la dramática escena del entierro, están contestes en que padre e hijo fueron sepultados en una sola fosa.

Dice el coronel Juan Crisóstomo Centurión: “Los dos cadáveres, padre e hijo, fueron colocados en la fosa que se había mandado cavar al efecto; pero en vista de que no había sido suficientemente profunda, a solicitud de la señora Lynch, se volvieron a sacar aquéllos, y ahondándola, fueron enterrados los dos juntos el uno al lado del otro, separados por una camada de tierra”.

Juan Silvano Godoy reproduce el testimonio de Enrique Solano López, uno de los hijos sobrevivientes del Mariscal y dice: “Se desenterró el cadáver, se ahondó y ensanchó la fosa, tomando parte material en el trabajo el mismo Peixoto. La señora Lynch compró en tres onzas de oro una sábana blanca, con la cual envolvió cuidadosamente el cuerpo del mariscal López que estaba completamente desnudo, y depositaron a su lado izquierdo el del malogrado joven Juan Francisco. Cuando hubo quedado bien rellena la sepultura, continuaron la marcha emprendida”.

Veamos ahora testimonios brasileños. El vizconde de Taunay, que, aunque no estuvo en la batalla de Cerro Corá, escribió sus crónicas apelando a los protagonistas, relata: “El Supremo venía cargado en unos varapalo, sustentándole la cabeza un soldado de caballería… Nuestros soldados contemplaron ese cadáver con curiosidad; las mujeres paraguayas danzaron alrededor. El coronel Paranhos mandó apartar aquellas furias, y ordenó el entierro, siendo el cuerpo sepultado a pedido de la Lynch, en la misma sepultura que la del hijo Pancho”.panteon-nacional1

J. Arthur Montenegro, en las anotaciones a la edición brasileña de las “Monografías Históricas” de Juan Silvano Godoy, publicada en 1895, dice: “Fue encargado de dar sepultura a los cadáveres el alférez Duarte P. de Oliveira, ayudante de campo del coronel Paranhos. Este oficial, por descuido o a propósito, no hizo caso de los dichos jocosos de los soldados que cavaban la sepultura. El cadáver fue traído al lugar de la inhumación acostado sobre cuatro varas y colocado dentro de la sepultura. Mme. Lynch, que asistía a la escena, se quejó al general Cámara de las palabras impropias que oía de los soldados. Entonces el general, reprendiendo severamente al citado oficial, ordenó que se hiciese cargo de ese servicio el entonces alférez Miguel Vieira de Novaes, ayudante de órdenes del coronel Paranhos. Este oficial, condolido por la escena dolorosa a que asistía, y por mero sentimiento de delicadeza y humanidad, se presentó a Mme. Lynch que lloraba junto a la sepultura, pidiendo que ordenase lo que deseaba. Los cadáveres estaban ya siendo enterrados, pero en vista del deseo de Mme. Lynch, el oficial los desenterró, mandó profundizar la fosa y reunió en una sola sepultura los cadáveres del mariscal López y del coronel Panchito, padre e hijo separados por una camada de tierra”. (Montenegro afirma ser poseedor de los apuntes íntimos de madame Lynch).

No hay discrepancias en los testimonios. Una sola fosa reunió los cadáveres, apenas separados por una tenue capa de tierra. Lo de las dos sepulturas rectangulares, cavadas a una distancia de un metro la una de la otra, como aseveró Obando, y que fue el dato básico para la excavación de 1936, no corresponde, por cierto, al modo como fueron enterrados los dos caídos en Cerro Corá.

Con ser insalvable la divergencia, no es sin embargo la fundamental para la completa dilucidación de la autenticidad del hallazgo de 1836. Según la información proporcionada por Obando, en que se basó la búsqueda, el enterramiento fue “sobre el paso del Aquidabán, en la margen izquierda, a una distancia de cien metros aproximadamente”. Es verdad que el descubrimiento de las tumbas, en 1936, no fue a cien sino a ochenta metros de la ribera, pero esa diferencia cabe dentro de la estimación aproximativa hecha por el veterano Obando. Demos por sentado que se excavó en el mismo sitio donde en 1880 Obando creyó localizar las sepulturas conforme a los datos que le proporcionaron dos veteranos que dijeron haber sido quienes las habían cavado el 1º de marzo de 1870. También admitamos, como un supuesto, que efectivamente fueron dos tumbas, en vez de una. ¿Podría ser, una de ellas, la del mariscal López?.

El veterano Obando pudo haber transmitido fielmente, punto por punto, los datos que había recogido poco tiempo después de terminada la guerra y en 1880 tuvo ocasión de trasladar en el terreno, dejando señales para una posible localización del lugar de la inhumación en el futuro. La comisión exploradora pudo haber procedido correctamente en la prospección del terreno, conforme a los datos de Obando, sin necesidad de recurrir a otras informaciones. Pero el teniente Benigno Frutos, encargado de la caballada del Mariscal y de su Estado Mayor, y el sirviente de madama Lynch, Victoriano López, ¿le dieron a Obando una relación ajustada de la verdad? ¿Es verdaderamente cierto que el mariscal López y su hijo el coronel Juan Francisco López fueron enterrados a escasa distancia del río Aquidabán, a ochenta metros de la ribera, según el relato de Benigno Frutos y de Victoriano López?.

Corresponde abordar el punto central de este análisis. ¿Qué dicen los testimonios acerca del lugar donde fueron sepultados los restos del mariscal López? Ni Centurión ni Resquín aclaran el punto, pero nada dicen, como tampoco O’Leary, que la tumba fuera cavada cerca del río Aquidabán. Godoy, que utilizó los datos de Enrique Solano López, escribe que madama Lynch se encontró con el cadáver del Mariscal, “cuando regresaba a pie al antiguo cuartel general paraguayo”, y que allí fue cavada la sepultura. Tampoco la ubica cerca del río Aquidabán, y no podría hacerlo puesto que madama Lynch al aproximarse al cuartel general, desde el lugar donde estaba refugiada durante la batalla en su coche (ver mapa del coronel Aveiro), se alejaba del río.

Si solamente por inferencias puede deducirse de estos testimonios paraguayos que el entierro no fue en las cercanías del río Aquidabán, hay otro de mayor valor, proveniente del general Patricios Escobar, que si no pudo participar en la batalla de Cerro Corá llegó al campo de acción el mismo día, vio la tumba del Mariscal, y años después, visitando el lugar, señaló al Arzobispo de Asunción (entonces Obispo) monseñor Juan Sinforiano Bogarín, el sitio exacto de la inhumación.

El ilustre prelado documentó el hecho en un notable documento autógrafo, datado “Asunción, setiembre de 1936”, es decir en la misma época, mes y año, en que el ministro Stefanich publicó sus declaraciones sobre el modo cómo había sido hecho el hallazgo. Poco tiempo antes de su muerte, monseñor Bogarín entregó el documento a Luis Escobar, hijo del general Escobar, y es en poder de los herederos de este inolvidable caballero que hoy se encuentra la importante pieza manuscrita.

El documento consta de dos partes. En la primera se refiere a la visita que hizo en 1906 con el general Escobar para localizar la sepultura del Mariscal; en la segunda refiere lo que el mismo general le relató acerca de las circunstancias de la muerte del general Francisco A. Roa. Solamente transcribimos la primera parte. Dice así:

“Antes de describir mi viaje a Punta Corá –hoy Pedro Juan Caballero- que lo hice en junio de 1906, quiero dejar constancia de las conversaciones que, años antes, he tenido con el general Patricio Escobar, hoy finado.

“En más de una ocasión, me pedía el nombrado General que, si alguna vez tuviese que irme a Punta Porá, le avisase a tiempo para acompañarme hasta Cerro Corá, donde cayó prisionero al terminar la guerra –de 1865 a 1870- y deseaba volverlo a ver antes de morir, a la vez que mostrarme la sepultura del mariscal Francisco Solano López”.

“A esto yo le replicaba que de aquel entonces a la fecha de nuestra conversación, han transcurrido cerca de 50 años, que todo habrá cambiado allá; lo que era entonces campo sería hoy monte… motivo por el cual me parecía que le sería casi imposible hallar aquella sepultura. A mi pesimismo contestaba que él se había fijado bien donde fue sepultado el Mariscal, en medio mismo de dos árboles que tendrían de diámetro de 4 a 5 pulgadas y distante uno de otro, unas 8 o 10 varas, y que si existen dichos árboles, esperaba encontrar el lugar y mostrármelo (subrayado en el texto)”.

“Continuaba yo mis giras pastorales por los pueblos de la República, cuando me resolví misionar en aquel lejano pueblo de Punta Porá; avisé al General comunicándole el tiempo de mi próxima visita a aquel apartado departamento y él fue a esperarme en su estancia ganadera de Aramburú-cué”.

“Llegado a la nombrada estancia, misioné allí durante tres días al cabo de los cuales emprendí viaje para Cerro Corá junto con el General y los sacerdotes que me acompañaban quienes fueron el Dr. Narciso Palacios y José Natalicio Rojas, llegando al histórico lugar nombrado el día 12 de junio a las 12.35 p.m. y hospedándome en un rancho, depósito de alambres custodiado por un brasilero de nombre Ovidio Freire”.

“Hecha una ligera comida, montamos todos a caballo y nos dirigimos al lugar buscado. Llegamos allí, el General detuvo su montado, quedó un momento pensando –como haciendo una reminiscencia- dirigió su mirada a su alrededor y vio los dos árboles –a que más de una vez se refería mucho antes del viaje- que son Curupay-itá, distantes, uno de otro, unas 10 varas y teniendo cada uno de 17 a 18 pulgadas de diámetro. El General dijo: “de aquí al Paso Tuyá del río Aquidabán-nigüí habrá de setecientos a ochocientos metros”; lo que verificamos “de visu” y lo encontramos a esa distancia”.

“Perfectamente orientado el general Escobar, me dijo: “Monseñor, yo voy a ponerme de rodillas para jurarle que en medio mismo de estos dos árboles está la sepultura del mariscal López” (subrayado en el original). Yo le contesté que no había necesidad de tal juramento, que me bastaba su categórica afirmación”.

“A pocas varas del árbol que quedaba al Oeste del otro, había unas tres o cinco plantas de Tala (Yuasy-y) lugar en que estaba la carpa de mando del Mariscal y que, muerto éste fue ocupado por el Jefe brasilero, quien lo era el general Cámara. Me mostró el montículo –distante del lugar donde nos encontramos unas 150 varas- al pie del cual había sido él (Escobar) colocado –siendo entonces coronel, promovido a general después de la guerra, acompañado de sus pocos soldados famélicos y conservando allí mismo sus fusiles empabellonados”.

Analicemos el importante documento que por primera vez ve la luz pública. Según el testimonio del entonces coronel Patricios Escobar, que estuvo en el campo de batalla de Cerro Corá, el mariscal López fue sepultado entre dos árboles de Curupay, a pocas varas del lugar donde se alzaba la carpa de mando o tienda de guerra del mariscal López. Cuando el general Escobar quiso dar mayor precisión a la ubicación, indicó que desde ese sitio al Paso Tuyá del río Aquidabán-nigüí, había de setecientos a ochocientos metros. ¿Si la tumba hubiera sido cavada a ochenta o cien metros del río Aquidabán, por qué habría omitido Bogarín, tan notorio accidente geográfico como punto de referencia mucho más cercano que el otro mencionado?.

Y la verdad es que el mariscal López fue sepultado si no debajo de su propia tienda de campaña, por lo menos en sus proximidades. El general Cámara en una relación que transcribe “El Pueblo” de Asunción del 1º de marzo de 1894, procedente sin duda de algún periódico brasileño que no se cita, recuerda: “… mandé conducir el cadáver para el campamento, poco antes ocupado por él. Dispuse sobre su entierro que se verificó a la vista de su madre y dos hermanas, debajo del toldo de paño que allí existía”.

El coronel José Bernardino Borman, en su “Historia da Guerra do Paraguay” (T. III, p. 141, Curitiba, 1897), refiere: “El cuerpo del mariscal López fue transportado para el campamento para dársele sepultura en el lugar en que tuviera poco antes su tienda de guerra”.

J. Arthur Montenegro, otro brasileño que hizo la campaña, en sus anotaciones a las “Monografías Históricas” de Juan Silvano Godoy (edición portuguesa), dice: “La inhumación tuvo lugar en el lado izquierdo de la enramada que horas antes sirvió de cuartel general y bien próximo al lugar donde debían, en ese día, ser ejecutadas la madre y la hermana de López”.

En un documento oficial brasileño, de la mayor importancia, que el doctor R. Antonio Ramos dio a conocer en el número especial de “La Tribuna” del 1º de marzo de 1970 suscrito por el ministro de guerra del Imperio, barón de Muritiba, y dirigido al consejero José María da Silva Paranhos, entonces en Asunción, se lee: “El Emperador se admira de que Cámara no hiciese autenticar la muerte de López por medio de un examen en regla para ser debidamente publicado. Entiende él que esto aún puede tener lugar por saberse que fue sepultado en una choza próxima a su tienda, después de habérsele sacado la levita y el chaleco de paño azul, dejando el cadáver con las botas y el pantalón también azul galoneado”.

Aunque difieren los testimonios brasileños sobre el lugar exacto de la inhumación, ya que en ellos se afirma consecutivamente que lo fue en el propio lugar donde estaba la tienda de guerra del Mariscal, en el lado izquierdo de la enramada que servía de cuartel general, o en una choza próxima a su tienda, hay una evidencia, en que coinciden todos los documentos: al mariscal López se le enterró en la zona donde había establecido su cuartel general, ya sea bajo su propia tienda, o muy cerca de ella.

Nosotros nos inclinamos a aceptar la versión del general Escobar: la inhumación fue a algunas varas de la carpa de mando, no debajo de ella, como lo afirma el general Cámara. Esa tienda –“forrada de damasco de seda verde y alfombrada”, según el vizconde de Taunay- fue ocupada esa misma noche del 1º de marzo de 1870 por el general Cámara quien arrastró a su lecho a una de las hermanas de su víctima ¡Lo habría hecho sobre la tumba recién abierta! ¡Nos resistimos a admitir que pudiera llegar a tanto la monstruosa insensibilidad del inmolador del mariscal López!.

De todos modos, bajo la tienda de guerra del Mariscal, o cerca de ella, bajo una enramada o en una choza o al aire libre, es evidente que la inhumación tuvo lugar en el radio del cuartel general, de que esa tienda era el punto central. Todo, pues, se reduce a localizar el sitio, dentro del amplio circuito denominado Cerro Corá, donde al mariscal López instaló su cuartel general.

Apelamos, en primer lugar, al testimonio del coronel Juan Crisóstomo Centurión a quien debemos la más completa y exacta descripción de Cerro Corá. Dice así:

“El campamento de Cerro Corá ocupaba un extenso espacio semicircular, limitado al Norte por el Aquidabán y los bosques que pueblan su orilla izquierda; al Sud por los (bosques) que pueblan la orilla derecha de uno de los brazos de aquel río, denominado Aquidabánnigüí; al Oeste también por bosques de las orillas mencionadas de ambas corrientes formando un boquerón que da entrada a un abra o potrero natural, y al este por un valle o planicie sin bosques por donde va el camino que conduce a Chirigüelo, distante unas cuatro leguas del campamento de Cerro Corá. Más lejos al Sud del brazo del Aquidabán se ven unas elevadas montañas, con los lados cortados a pico, escarpadas y desnudas de vegetación, las cuales vistas desde la distancia parecen destacarse del centro de las inmensas selvas que la rodean. Dichas montañas están colocadas formando un círculo; de ahí el nombre que se ha dado al paraje de que se tata. El Mariscal estableció su cuartel general en medio del campamento, al pie de una isleta de arbustos. Para el efecto, la hizo limpiar conservando para sombra los mejores de éstos. Allí se agruparon los coches, carretones, y carretas cargadas de sus equipajes. De este punto al paso del Aquidabán habrá unos 600 a 700 metros. Al Norte a unas dos o tres cuadras del cuartel general, y también al lado de una isleta, se instaló la mayoría. A la izquierda, a media cuadra, estuvieron acampados el batallón riflero y el escuadrón escolta. El brazo del Aquidabán donde el Mariscal solía ir a pescar, dista del cuartel general unas cuatro cuadras”.

La exposición del coronel Centurión es muy clara: “El Mariscal estableció su cuartel general en medio del campamento”, entendido éste como el extenso espacio semicircular situado entre el río Aquidabán y el arroyo Aquidabánnigüí, a unos 600 a 700 metros del primero y a unas cuatro cuadras del segundo. Allí el Mariscal levantó su tienda de guerra y en torno de ella los demás locales de su Estado Mayor. En consecuencia, mal pudo haber sido enterrados sus restos a unos 80 a 100 metros del río Aquidabán, como lo aseveró el veterano Obando en cuyos datos se basó la comisión exploradora que en 1936 buscó esos restos. La información coincidente de fuentes paraguayas y brasileñas es que la inhumación se efectuó o debajo de la tienda de guerra o muy cerca de ella, en el centro del campamento, pero en ningún caso a más de medio kilómetro, en las proximidades de la ribera del Aquidabán, como se creyó en 1936.

Acerca de la ubicación del Cuartel General se tiene un documento gráfico del mayor valor, por lo menos en este punto. Se trata del “Plano de Cerro Corá según datos del coronel Silvestre Aveiro y del agrimensor Alberto Baumgart. Por encargo de la Dirección de la Revista del Instituto Paraguayo, abril 21 de 1897”, que se publica en el número 6 de esa Revista, especialmente dedicada a la batalla de Cerro Corá. Ese mismo plano fue incluido por Centurión en el IV tomo de sus Memorias. Adolece de errores, algunos graves, como el curso equivocado que da al arroyo Aquidabánnigüí, al cual hace seguir dirección incorrecta, de S.E. a N.E., al oriente del Cuartel General, cuando que geográficamente su curso es del S. al N.O. del mismo cuartel. Además las distancias aparecen distorsionadas: del cuartel general al río Aquidabán, Aveiro calculó 1.000 metros y del cuartel al Aquidabánnigüí, en el lugar donde el Mariscal fue herido, 1.500 metros, aunque por tortorales, es decir, no en línea recta. Las distancias correctas son las que ofrece el coronel Centurión, pero de cualquier modo, este croquis confirma lo que el coronel Centurión explica en su descripción de Cerro Corá: el cuartel general, es decir, el lugar donde encontraron sepultura los restos del mariscal López, estaba en medio del anfiteatro, de 700 a 1.000 metros del Aquidabán, y nunca a 80 metros, donde ellos fueron buscados en 1936.

Cumple a la honestidad histórica admitir una posibilidad: que hubo en Cerro Corá un segundo enterramiento (en puridad sería el tercero, pues consta que a pedido de madama Lynch el cadáver fue retirado de la primera fosa para excavarla más profundamente, y luego vuelto a ser sepultado en ella), y que esta nueva inhumación se hubiera efectuado en el lugar indicado por el teniente Frutos y el sirviente López al veterano Obando. Mientras no aparezcan los documentos que corroboren tal hipótesis, quedan en pie los que indican como lugar de enterramiento el sitio donde estuvo instalado el último cuartel del mariscal López.

Y por notable coincidencia, es precisamente en ese lugar donde se ha levantado el monumento nacional que perpetúa la gesta del 1º e marzo de 1870. Allí están bajo esas lozas, las cenizas del mariscal López y no bajo la cúpula del Panteón de los Héroes.

¿Quiere decir que corresponde descalificar la autenticidad del puñado de tierra y de “los algunos y menudos fragmentos de huesos humanos” depositados en una urna en el Panteón el 12 de octubre de 1936 y desde entonces objeto de la reverencia nacional? De ninguna manera. Reproducimos aquí lo que escribimos al respecto en “La Tribuna” del 16 de agosto de 1963:

“De todos modos, la presencia de tierra de Cerro Corá en esa urna reviste un valor representativo que justifica su guarda en el Panteón Nacional y su veneración por el pueblo. Aunque no contenga precisamente los restos del mariscal López, ese puñado de tierra está empapado con la sangre del indomable puñado de héroes que libraron la última batalla, en el último confín de la patria, y que prefirieron morir antes que capitular. Tiene la sangre del octogenario vice-presidente Sánchez que respondió a la intimación: “¿Rendirme, yo? ¡Con esta espada jamás!”, y del niño Panchito López que enfrentó la muerte con un homérico: “¡Un coronel paraguayo no se rinde!”. Y tiene, quien lo duda, la sangre del Mariscal de Hierro, de ese grandioso personaje escapado de la tragedia griega, tallado a golpes de maza en el urundey de nuestra selvas, nimbado de rayos y cataclismos, figura enorme, singular, y que purgó todos sus errores y todos sus pecados y ganó fama inmortal en la Historia, con su inmolación final y con esa frase, con que selló su apocalíptica carrera y que hasta ahora resuena en los cielos el mundo: “¡Muero con mi Patria!”.

Por eso bien está la urna con la tierra de Cerro Corá y con el nombre del mariscal López, bajo la cúpula del Panteón Nacional y a los pies de la Virgen de la Asunción.



Fuente

Cardozo, Efraín – ¿Dónde están los restos del mariscal López? – Historia Paraguaya – Volúmen 13 – Asunción (1970)



Extraido de Revisionistas.Com.ar

lunes, 28 de noviembre de 2011

"La guerra del Paraguay" por Leonardo Castagnino

Conferencia de leonardo Castagnino. Organizada por el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de Gral San Martín

http://revisionistasdesanmartin.blogspot.com/2011/11/conferencia-de-leonardo-castagnino-en.html

viernes, 25 de noviembre de 2011

Acto Camila....

Por Julio R. Otaño

Mi animo no es originar disputas pero si aclarar ciertos comentarios:
¿estos son los 120 "vecinos" que vinieron al acto y que reclamaron el cambio del nombre del museo regional? segun el señor "Adalberto"

yo cuento un poco mas de veinte...incluidos empleados municipales.


¿estos son los CINCUENTA indignados que colocaron flores por la mañana?

son DIEZ incluidos CURIOSOS Y EMPLEADOS MUNCIPALES?


Finalmente el respaldo UNANIME del Concejo Deliberante...

Conozco a algunos concejales que opinan exactamente lo contrario...asi que es otra "inexactitud"...me recuerda ciertas resoluciones UNANIMES que se toman en contra incluso de los integrantes de la misma comision.
Lo que sí es cierto es el RESPALDO IRRESTRICTO DEL INTENDENTE DR. IVOSKUS AUNQUE CASI EN SOLEDAD...ahi le doy la derecha a "Adalberto".
La Historia ya no se escribe entre malos indignos y héroes intachables..son todos seres humanos de carne y hueso, con aciertos y errores.



Finalmente y por cosas que se dijeron en otro post:

En mi opinión el Dr. De Santis fué y es el MEJOR Presidente que tuvo el Instituto desde su creación. Creo que su labor es sobresaliente e intachable.
A mi no me expulsaron del Instituto, yo me fui por propia voluntad. Tampoco fue por cuestiones ideológicas ya que somos todos nacionalistas y rosistas. Aunque respetamos las distintas ideologias. Me fui exclusivamente por motivos personales, pero obvio que seguiré luchando por la verdad y junto con el Instituto por la figura epónima del Ilustre Restaurador de las Leyes. Viva la Patria

viernes, 18 de noviembre de 2011

Conferencias 26 de noviembre del 2011

INSTITUTO DE INV. HISTORICAS

JUAN MANUEL DE ROSAS DE GRAL.SAN MARTIN

Tiene el agrado de invitar a Usted a la disertación sobre

“Causas y consecuencias de la Guerra con el Paraguay “
Expositor: Ing. Leonardo Castagnino

“La importancia de F.O.R.J.A. en la historia nacional”
Expositor: Dr. Julio R. Otaño

Museo Regional Brig. Gral. Don Juan Manuel de Rosas

Calle Diego Pombo Nº 3324 - San Andrés - Pdo.de Gral. San Martín

Sábado 26 de noviembre de 2011 a las 11 horas

Cdor. DANIEL HUGO JEREZ Dr. CARLOS ALBERTO DE SANTIS
Secretario Presidente

lunes, 14 de noviembre de 2011

El gran Pensador Nacional en su día....

Por Juan Carlos Córica

Decir que Arturo Jauretche fue el más grande pensador contemporáneo, puede molestar a quienes su fogosa palabra se lo llevó por delante. Puede, también, tomarse cómo una parcial opinión frente a hombres como Scalabrini Ortiz, Hernández Arregui, Manuel Ortiz Pereyra o, a su manera, el gran Homero Manzi y Discepolín, o Macedonio Fernández.
Son varios, no muchos, pero Arturo fue algo especial. Fue el gran pensador y escritor del pensamiento nacional. No le hizo asco a nada. Aprendió a jugarse ya en el secundario. Peleó en la universidad. En el ’30, calzado con revolver, como funcionario en Mendoza salió a la calle para defender al gobierno de Hipólito Yrigoyen, el Peludo.Peleó en Paso de los Libres en la fallida intentona abortada contra la dictadura militar. Peleó contra la realidad política esquiva, como principal promotor de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina). Peleó con la palabra en la calle y en el papel. Polemizó como el mejor. Pero sobre todo, prefirió "perder" a caer en la traición a "sus paisanos". Mostrando que le sobraba dignidad y tenía agallas, con más de setenta años, se animó a enfrentarse con un ridículo militar "ofendido" por sus denuncias en un duelo desigual.
Fue capaz de quedar al margen del juego político por sus convicciones y coherencia. Así explicaba que "hasta cuando ataco a un hombre concreto no es que lo malquiera; es que quiero a mis paisanos y por amor a ellos tengo que cumplir esta ingrata labor que me cierra las puertas y me junta enemigos, en un arte como el de la política que consiste en hacer amigos".
Cómo bien señala Norberto Galasso en Las polémicas, "Jauretche influye como pocos en la obra de descolonización. Su pasión argentina, enarbolando certezas incontrovertibles se constituye ‘en un viento que viene a romper’ toda la cristalería tallada durante años y años por los coquetos snobs de la factoría. Los empachados por el liberalismo conservador de las escuelas oficiales, los discípulos de Maurras admiradores del Duce (por derecha), los embalsamados por la lectura de los manuales de la Academia rusa, los ‘inteligentes’ que han gastado años leyendo a Sartre, directamente del francés y los más nuevos empachados de indigestas comilonas de Marcuse, Althuser, Lacan y Barthes (por izquierda), rechazan indignados a este paisano bárbaro, a este impertinente para quien no hay verdades consagradas y toda idea debe" pasar por el cernidor de su fina y profunda racionalidad.
Los más jóvenes, por más auténticos y menos ‘léidos’, se convencen que "hay que desaprender todo lo malo (lo falaz), para poder recién después empezar a aprender lo bueno (lo veraz)". Jauretche a quién pertenecen estas últimas palabras, enseña que "no hay ‘ideas foráneas’ sino ideas nacidas" de la experiencia e inteligencia de los pueblos, por lo que, las ideas nacidas en cualquier parte del mundo no pueden aplicarse mecánicamente para resolver los problemas argentinos... No se trata de ‘incorporarnos a la civilización’ colonialmente, sino de que ‘la civilización se incorpore a nosotros’ para asimilarla y madurarla con nuestras propias particularidades", según nuestros tiempos y partiendo de nuestra circunstancia.
Puso al descubierto el andamiaje de dominación cultural, usando su sabio análisis y sus metáforas decidoras. Mostró como objetivo estratégico al "neocolonialismo"; como centro operativo a la superestructura cultural; como operadores estratégicos a los miembros del establishment cultural, como operadores funcionales a los "maestros de la juventud", más los "fubistas", el "medio pelo" (las Doña Rosa y los don José), más los medios y sus periodistas cautivos y los "profetas del odio"; y, finalmente, como sistema emisor del mensaje al discurso dominante y las "zonceras de toda laya". Decía de éstas que: “Su fuerza no está en el arte de la argumentación. Simplemente excluye la argumentación (o bien la tergiversa) actuando dogmáticamente mediante un axioma (que usa como premisa del argumento) introducido en la inteligencia (del que la escucha), y su eficacia no depende, por lo tanto, de la habilidad en la discusión como de que no haya discusión. porque en cuanto el zonzo analiza la zoncera, deja de ser zonzo”.
A Jauretche le molestaba esas falsas comparaciones por las que se creía que el europeo era más trabajador que el nativo. Era absurdo “comparar al gaucho con el inmigrante… El inmigrante es el más audaz de la aldea y no el más tímido". De lo que deducía que la cuestión no era de origen sino de condición: "los decididos a salir del pueblo tienen las mismas agallas de los que se animaban a venir de Europa".

Diferencias, no de aptitudes sino de oportunidades. Así explicaba para otro ejemplo que "el inmigrante, como hijo de la sociedad capitalista, está mejor preparado para el comercio y para la competencia que el hijo de una sociedad donde esas formas del comercio y la producción son incipientes... El inmigrante representa un producto de selección, si ésta se hace en razón del individualismo... cada uno es un Colón o un Morgan o un Cortés, pues los que se quedaban allá son los menos individualistas dentro del medio social".

También en el Manual de Zonceras, donde dice, "Todo esto nada tiene que ver con la calidad de superior o inferior de un hombre sobre otro, no es congénito ni racial. Son condiciones culturales que deben crearse siempre en relación al medio y no a contrapelo del mismo. No es cuestión de imitar o de reproducir sino de realizar la técnica adecuándola a la realidad".

Jauretche explicaba que, si el pensador quita la vista del pueblo y de la nación, pierde de vista las necesidades y objetivos de ese pueblo y esa nación. Pierde y deja de tomar en cuenta lo esencial del objeto pensado. Él sabía que del encuentro vital de la voluntad popular (oído en el pueblo), el interés de la nación (oído en la patria organizada) y del signo de los tiempos (oído en la historia situada) emergían los datos básicos sobre los que se debía y podía construir el contenido del pensamiento socio político. Se cansó de explicarle a la intelligentzia vernácula que la realización del interés nacional —articulación de necesidad-objetivo-situación— hacía grande o frustraba a una país.

Por eso se atrevió a valorar la actitud estadounidense de usar la ideología liberal desde un sentido nacional. Por eso inventó la fábula de los gatos: “hay que cocinarlo a la criolla”.

Cómo última puntada. Cómo último botón de la extensa muestra de sabiduría y sentido de la realidad que tenía y ejercía, va un texto donde su lúcida visión ofrecía, para políticos y militantes, criterios básicos para tiempos como los de hoy: "Hay que actuar en dirigente revolucionario y no en dirigente electoral, porque se trata de la disputa del poder. No podemos incurrir en el error de los radicales en 1945... Por cuidar los votos, ellos se quedaron parados y cuando se dieron cuenta, los votos se habían ido. No importa donde están los votos ahora. Importa donde estarán para ejecutar un programa. El que está atento sólo a lo que piensa la gente hoy, se quedará al margen de lo que pensará la gente mañana y aquí está la clave para saber quien es dirigente o no. Además, lo que piensa la gente no está dicho por lo que proclaman en voz alta sino por lo que se dice en voz baja..." (de la carta a Amílcar Vertullo, 03/07/59).

Salute maestro. No sabe cuanto lo extrañamos.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Por Miguel Landro Lamoureux




Hernandez. Luchó por la autonomía de los gauchos.Curiosamente lo que no consiguió en su actividad política lo obtuvo por medio de la literatura.

JOSÉ HERNÁNDEZ

Recordamos que el 10 de noviembre de 1834 nacía, el creador del poema más grande de la historia gauchesca 'El Martín Fierro', traducido a 39 idiomas, entre ellos el japonés y el quechua, y el defensor de los derechos del gaucho argentino, senador provincial en 1881, reelecto en 1885, don José Hernández, periodista, maestro, escritor, político y militar, y en su homenaje se conmemora el Día de la Tradición. Luchó por la autonomía de los gauchos y curiosamente, lo que no consiguió en su actividad política, lo obtuvo por medio de la literatura.

Yo soy toro en mi rodeo
Y torazo en rodeo ajeno;
Siempre me tuve por güeno
Y si me quieren probar,
Salgan otros a cantar
Y veremos quién es menos

No me hago al lao de la güeya
Aunque vengan degollando,
Con los blandos yo soy blando
Y soy duro con los duros,
Y ninguno en un apuro
Me ha visto andar titubeando.

En el peligro, !qué Cristos!
El corazón se me enancha,
Pues toda la tierra es cancha,
Y de eso naides se asombre:
El que se tiene por hombre
Ande quiere hace pata ancha.

Soy gaucho, y entiendaló
Como mi lengua lo explica:
Para mi la tierra es chica
Y pudiera ser mayor;
Ni la víbora me pica
Ni quema mi frente el sol.

Mi gloria es vivir tan libre
Como el pájaro del cielo:
No hago nido en este suelo
Ande hay tanto que sufrir,
Y naides me ha de seguir
Cuando yo remuento el vuelo.

Ninguno me hable de penas,
Porque yo penando vivo,
Y naides se muestre altivo
Aunque en el estribo esté:
Que suele quedarse a pie
El gaucho mas alvertido.

Junta esperencia en la vida
Hasta pa dar y prestar
Quien la tiene que pasar
Entre sufrimiento y llanto,
Porque nada enseña tanto
Como el sufrir y el llorar.

JOSE HERNANDEZ CREADOR DEL POEMA
MAS GRANDE DE LA HISTORIA GAUCHESCA
EL MARTIN FIERRO

HOMENAJE AL DEFENSOR DE LOS DERECHOS DEL GAUCHO ARGENTINO

A la sombra de un esplendoroso ombú y acunado por el paisaje bonaerense, nació el 10 de Noviembre de 1834 en los caserios de Pedriel en la chacra de su tio Juan Martin de Pueyrredon Partido de San Martín Bs.As (República Argentina).

Demostró ambición por el estudio en la instrucción primaria pero tuvo que abandonar por causas de una enfermedad repentina y se marchó al campo en busca de salud.

Desde entonces todo lo aprendió por esfuerzo personal.

Observador entusiasta de los rudos trabajos de ganadería que dirigía el padre y desempeñaban los gauchos, luego, también él participaba de estas tareas siendo ya joven entró en contacto con el estilo de vida, la lengua y los códigos de honor de los gauchos.

Fue un autodidacta y, a través de sus numerosas lecturas, adquirió firmes ideas políticas.

Entre 1852 y 1872, época de gran agitación política, defendió la postura de que las provincias no debían permanecer ligadas a las autoridades centrales establecidas en Buenos Aires.Participó en la última rebelión gaucha, la de López Jordán, un desdichado movimiento que finalizó en 1871 con la derrota de los gauchos y el exilio de Hernández. A su regreso a Argentina en 1874, continuó su lucha por otros medios tales como el periodismo y el desempeño de varios cargos oficiales. Pero fue, sin embargo, a través de su poesía como consiguió un gran eco para sus propuestas, y la más valiosa contribución a la causa de los gauchos. El gaucho Martín Fierro (1872) es un poema épico popular y está considerado una de las grandes obras de la literatura argentina.Tras la onceava edición, en 1879, publicó La vuelta de Martín Fierro. El gran mérito del autor del Martín Fierro fue el de llevar a la literatura la vida de un gaucho, contándola en primera persona, con sus propias palabras e imbuido de su espíritu. En el gaucho, Hernández descubrió la encarnación del coraje y la integridad inherentes a una vida independiente. Esta figura era, según él, el verdadero representante del carácter argentino, noción que le situó en directa oposición con el curso de los acontecimientos y con poderosos intereses políticos. En 1881 escribió Instrucción del estanciero y fue elegido senador provincial, reelecto en 1885.Luchó por la autonomía de los gauchos.Curiosamente lo que no consiguió en su actividad política lo obtuvo por medio de la literatura. Su poema épico conocido como Martín Fierro, formado por dos partes El Gaucho Martín Fierro (1872 - 395 Versos) y La Vuelta de Martín Fierro ( 1879 - 798 Versos), se convirtió en la obra capital de la literatura argentina y reflejo de la paz, sencillez e independencia de la gente de la Pampa: Los gauchos.10 De NoviembreDia de La TradicionHacia el año 1939, bajo la iniciativa de la Asociación Bases y la ley propuesta por Don Edgardo J. Miguez y Don Atilio Roncoroni a la legislatura de la Provincia de Buenos Aires, se votó por unanimidad, el proyecto de declarar el 10 de Noviembre de cada año, Día de la Tradición.Este día se celebra el nacimiento de uno de nuestros vecinos más ilustres José Hernández, autor del inmortal Martín Fierro y propone la Ley que en las escuelas públicas se dicten clases especiales de carácter folklórico, de arte, de ciencia y música nativa.José Hernández fue periodista, maestro, escritor, político y militar, sus pasiones fueron la causa Federal, la revaloración del hombre de campo y de las tradiciones Argentinas.Su libro mas conocido el MARTIN FIERRO ha sido traducido a 39 idiomas, entre ellos el japonés y el quichua. Representa en el mundo la poesía folklórica de tema gauchesco argentino por excelencia y está considerado como un clásico de la literatura hispanoamericana y uno de los mejores poemas del romanticismo hispano.Año 1831La chacra PueyrredónLa familia Pueyrredón adquiere la Chacra Perdriel. Esta chacra ya tenía su historia pués es allí donde se desarrolló el Combate de Perdriel en el año 1806 y que se conoce en la historia como el primer hecho de sangre y guerra en el que combatieron soldados nativos para repeler a los invasores ingleses.Año 1832Una historia de amorLos padres de José Hernández protagonizaron una verdadera historia de amor que se inscribe en las crueles luchas entre Federales y Unitarios.Cuando Don Mariano Pueyrredón compra la Chacra, su esposa Doña Victoria lleva a vivir con ella a su hermana menor Doña Isabel Pueyrredón quien es enamora de un joven de familia Federal Rafael Pedro Pascual Hernández Plata.Este noviazgo no es bien visto por la familia Federal del novio que lo presiona para que deje su relación con la joven Unitaria.El tenía 18 años y ella 19 y a la postre serán los padres de José Hernández( el autor del Martín Fierro).Pero el amor pudo más que los desencuentros entre familias federales y unitarias Se casaron el 13 de Diciembre de 1832 en la Parroquia de Jesús Amoroso, aquí, en el Partido de General San Martín.Año 1834Nace José HernándezEl matrimonio vivió en la casona de Don Mariano Pueyrredón. Allí nacieron los dos primeros hijos: Magdalena y el 10 de noviembre de 1834 nace José Rafael hernández.En esta chacra José Hernández pasaría los primeros años de su vida compartiendo las tareas rurales junto a la peonada.Cuando José era pequeño quedó al cuidado de su tía materna Doña Victoria Pueyrredón, pués a su Papá, siendo federal, le iba muy bien con Don Juan Manuel de Rosas quién lo llamaba para que administrara un campo del Restaurador.Año 1840Rosas y los PueyrredónEl gobierno de Rosas se encontraba acosado por levantamientos y rebeliones; en 1840, cansado de esto, amenazó a todos los unitarios que quedaban en la provincia de Buenos Aires; los Pueyrredón fueron amenazados de muerte y tuvieron que huir a Brasil, de noche, para salvar sus vidas. José Hernández tenía 6 años y fue dejado al amparo de su abuelo paterno; los niños de esta manera estuvieron a salvo al pasar a un protectorado de familia federal como eran los Hernández.Así es, como la chacra de los Pueyrredón queda deshabitada y presa del saqueo, se destruyeron mobiliarios y permanece 12 años en estado de semiabandono.Año 1852Caída de RosasCon la caída de Rosas vuelve al país doña Victoria Pueyrredón, viuda de Pueyrredón; la casona vuelve a ser habitada. José Hernández con 18 años comienza a frecuentar el lugar de sus orígenes; ya había adquirido muchos conocimientos de la vida del campo y se había formado una férrea ideología popular.Durante toda su vida, el poeta, frecuentó su hogar natal, aquí en San Martín; En 1870 habitó la casa y una de sus hijas nació allí.Año 1853 –José Hernández Militar - Político - EscritorJosé Hernández combatió en Rincón de San Gregorio contra las fuerzas del Coronel rosista Hilario Lagos. En los años que siguieron Hernández se dedicó a las más variadas profesiones: escritor, periodista, político y militar; sus pasiones fueron la causa federal, la revalorización del hombre de campo y de las tradiciones argentinas.Año 1871Exilio en BrasilJosé Hernández se exilia en Brasil para salvar su vida al ser derrotado López Jordán (caudillo entrerriano con quién luchó en sus filas contra los gobiernos de Mitre y Sarmiento).Año 1872 –Publica el Gaucho Martín FierroRegresa a la Argentina y el 28 de Noviembre de 1872 se publica El Gaucho Martín Fierro; es recibido con tanta aceptación por el público que en sólo 5 años ya se llevaban vendidos 50.000 ejemplares. Todo un record para la época.Repentinamente el pais se viste de luto el Gaucho Argentino representante de los gloriosos Gauchos que dieron su vida por la Patria dejaba de existir José Hernández fallece en Buenos Aires el jueves 21 de octubre de 1886 atacado por una afección cardíaca tenía 52 años. sus ultimas palabras fueron para su provincia natal Buenos Aires, Buenos Aires.ESTE ES UN SENCILLO HOMENAJE AL PATRIOTA JOSE HERNANDEZ QUIEN DEJO PLASMADA EN UN POEMA LA VIDA DEL GAUCHO ARGENTINO, JOSE HERNÁNDEZ, EL GRAN DEFENSOR DE LOS DERECHOS DE LOS HUMILDES TRABAJADORES DE LA TIERRA, QUE DIERON LA VIDA POR SU PATRIA CUANDO ESTA NECESITO DE ELLOS. PARA QUE NADIE OLVIDE EN ESTA TIERRA A NUESTRO VALIENTE Y GALLARDOGAUCHO ARGENTINO¡¡SALUD MAESTRO JOSE HERNÁNDEZ!!

domingo, 30 de octubre de 2011

Acto en Homenaje a los Héroes de Malvinas

El 28 de octubre ppdo. se efectuo en la Escuela Nacional de Comercio Manuel Belgrano de Villa Ballester un homenaje a los vecinos de San Martin caidos en defensa de la Patria en la Guerra por las Islas Malvinas en 1982.

Pronunciaron emotivas palabras, entre otros, los Veteranos y dirigentes Antonio Falcon (directivo del Instituto Rosas de San Martin) y Esteban Tries.

Concurrieron al acto, en representacion del Instituto de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas de General San Martin, el Presidente Dr. Carlos A. De Santis, el Secretario Cont. Daniel Jerez, y el Profesor Carlos Adamo Barbera .


Celia Zanotto Cabezas de Sule - Su regreso a la Casa del Padre

El Instituto de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martin, comunica con profundo pesar el fallecimiento de la Señora esposa del Academico de nuestra entidad, maestro y amigo Dr. Jorge Oscar Sule. Hacemos llegar a él, sus hijos, nietos y demas deudos nuestras condolencias y rogamos al Señor que la reciba en Su Gloria.


Cont. Daniel H. Jerez Dr. Carlos Alberto De Santis
Secretario Presidente

jueves, 20 de octubre de 2011

Disertación del Dr. Carlos De Santis

El miercoles 19 de octubre ppdo. , en el marco del Seminario "Formacion del Estado Argentino" que dicta el Instituto de Historia del Derecho del Colegio Publico de Abogados de la Capital Federal el Presidente del Instituto de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas de San Martin, Dr. Carlos Alberto De Santis expuso sobre "La Convencion Constituyente y reforma de 1994".

Tambien disertaron el Dr. Jorge F. Cholvis sobre el "Proceso constitucional despues de la revolucion de 1955" y el Dr. Alberto Gelly Cantilo, Vicepresidente del Instituto Nacional Juan Manuel de Rosas -y Socio Honorario de nuestra entidad- sobre "El estado actual del constitucionalismo Nacional".

viernes, 30 de septiembre de 2011

Homenaje a José Vicente Valdez Tritti

Sr. Presidente del
Instituto de Investigaciones Históricas
Juan Manuel de Rosas
Dr. Carlos A. De Santis
PRESENTE

De mi mayor consideración:

El que suscribe, Dr. Roberto S. Siminian, en su carácter de concejal iniciador de la propuesta, se dirige a Ud. a efectos de comunicarle que con fecha 26 de octubre de 2010, mediante Resolución Nº 41/2010, el HCD de Gral. San Martín ha declarado al Sr. José Vicente Valdez Tritti “CIUDADANO ILUSTRE Y BENEMÉRITO” post-morten, por su intachable trayectoria desplegada durante tantos años como periodista, escritor, recopilador e historiador del Partido de General San Martín.
Invitamos a Ud. para que, en representación de la Entidad que preside, concurra al acto de homenaje y entrega de dicha Resolución a los familiares del historiador, a realizarse en la Sede del Honorable Concejo Deliberante de General San Martín, sito en la calle Rivadavia Nº 3757 el próximo día 12 de octubre a las 18,30 hs.
Esperando contar con su inapreciable presencia, le saludo con mi mayor consideración.


Dr. Roberto S. Siminian
Concejal

RENOVACIÓN DE AUTORIDADES

Comisión Directiva del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas
SEPTIEMBRE 2011

Presidente: Dr. Alberto González Arzac
Vicepresidente 1°: Dr. Alberto Gelly Cantilo
Vicepresidente 2°: Lic. Mario Tesler
Secretario: Dr. Oscar Denovi
Prosecretario: Sr. José Luis Muñoz Azpiri (h)
Secretario de Actas: Prof. Cecilia González Espul
Prosecretario de Actas: Prof. Alberto Buela
Tesorero: Dr. Carlos Alberto De Santis
Protesorero: Lic. Pablo Adrián Vázquez

Vocales titulares:
1. Dr. Arturo Pellet Lastra
2. Lic. Héctor Flores
3. Dr. Carlos Guillermo Frontera
4. Sr. Bernardo Lozier Almazán
5. Dra. Cristina Minutolo de Orsi
6. Prof. Héctor Iñigo Carrera

Vocales suplentes:

1. Dr. Néstor Montezanti
2. Prof. Norberto Chindemi
3. Lic. Carlos Pesado Palmieri
4. Prof. Osvaldo Guglielmino

Órgano de Fiscalización:

Presidente:

Dr. Jorge Oscar Sulé

Vocales Titulares:

1. Prof. Ricardo Tabossi
2. Dr. Luis María Bandieri

jueves, 25 de agosto de 2011

Imágenes del Instituto





Arturo Pellet Lastra: Doctor en Derecho y eximio historiador.


Alberto Gelly Cantilo diserta...Arturo Pellet Lastra y nuestro Presidente Carlos De Santis escuchan...



el Dr. Alberto Gonzalez Arzac y el lamentablemente desaparecido Enrique Oliva.


compañeros del instituto: Mario Fraire, Mario Di Blasio, Jeréz y el inolvidable Hugo Ortiz de Rozas...


Dr. Carlos De Santis, Profesor Roberto Clemente y Dr. Carlos Torreira


Hace 20 años...Mario Fraire, Mario Di Blasio, Julio Otaño, Jorge Perrone, Luis Agosta, Jaime González Polero, y Mario Grasso


conferencia en el Museo Rosas: Profesores Barros, Otaño y Grillo

Tte Cnel Morales, Profesora Barros y Dr. Otaño.

Dres De Santis, Sulé y Otaño

sábado, 23 de julio de 2011

Conferencia del Dr. De Santis

Video de you tube donde se aprecia al Dr. De Santis y al Dr. Siminian en la conferencia del dia 16 de julio del 2012

http://www.youtube.com/watch?v=1tQRNjtp8CI


domingo, 10 de julio de 2011

Conferencia

INSTITUTO DE INV. HISTORICAS JUAN MANUEL DE ROSAS DE GRAL.SAN MARTIN

Tiene el agrado de invitar a Usted, a la Conferencia sobre


“Ejes de Coincidencias entre San Martín y Rosas”
Expositor: Tte. Cnel. (RE) Horacio Enrique Morales

“¿Que es el Vecinalismo” Expositor: Dr. Roberto S. Siminian

Museo Regional Juan Manuel de Rosas

Calle Diego Pombo Nº 3324 - San Andrés - Pdo.de Gral. San Martín

El día Sábado 16 de Julio de 2011 a las 11 horas

Dr. CARLOS A. DE SANTIS Contador.DANIEL HUGO JEREZ

PRESIDENTE SECRETARIO

viernes, 8 de julio de 2011

Aniversario e Invitación

EL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTORICAS JUAN MANUEL DE ROSAS DE GENERAL SAN MARTIN FUNDADO EN EL AÑO 1947 CUMPLIO 64 AÑOS DE EXISTENCIA EL DIA 25 DE JUNIO PASADO.-

EVOCAREMOS DICHO ACONTECIMIENTO EL PROXIMO 16 DE JULIO A LAS 11 HORAS EN EL MUSEO REGIONAL BRIG. GRAL JUAN MANUEL DE ROSAS DE GRAL SAN MARTIN, Y RECORDAREMOS A TODOS AQUELLOS HOMBRES QUE DESAFIANDO A LA HISTORIA LOGRARON AMALGAMAR VOLUNTADES PARA RESALTAR LA VIDA Y OBRA DE NUESTRO QUERIDO BRIGADIER GENERAL.- DIOS LOS TENGA EN SU GLORIA.-
ASI TAMBIÉN NUESTRO DEBIDO RESPETO PARA TODOS LOS QUE TRABAJARON Y TRABAJAN DESINTERESADAMENTE PARA CONTINUAR DICHA OBRA DE DIVULGACIÓN HISTORICA EN UN MARCO INSTITUCIONAL Y ACADÉMICO.-


EN DICHO ACTO DISERTARÁN EL TTE CNEL.(r) Horacio e. Morales y el Dr. Roberto S. Siminian. Asimismo se hará la presentación de un nuevo ejemplar del periódico “EL GRAN AMERICANO”.-


Dr. Carlos Alberto De Santis Contador Daniel Jerez
Presidente Secretario

martes, 28 de junio de 2011

ENCUENTRO REGIONAL BONAERENSE DE HISTORIA EN SAN MARTIN

Los días 23 y 24 de junio pasados tuvo lugar el LXXVI Encuentro Regional de Historia Bonaerense organizado por el Banco de la Provincia de Buenos Aires, la Municipalidad de Gral. San Martín, el Instituto de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas de San Martín, el Colegio Jose Hernandez de Villa Ballester y el Instituto Nacional de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas.
En la sala de conferencias del Colegio Jose Hernandez y presentados por sus directores la Sra. Haydee Agüer y Dr. Juan Horacio Seferche, asi como por el Ing. Agustin San Martin, director del museo Jaureteche del Banco Provincia, disertaron el jueves 23 los Dres. Carlos Alberto De Santis -presidente del Instituto de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas de San Martin-, sobre la Identidad Nacional y Sanmartinense y el Dr. Alberto Gelly Cantilo -vicepresidente 1º del Instituto Nacional J. M. de Rosas- sobre la formación de la Primera Junta de Gobierno de 1810.
El viernes 24 disertaron el Dr. Enrique Bonomi sobre las primeras medidas adoptadas por la Junta de Gobierno y el Lic. Carlos Pesado Palmieri, quien realizó un mensaje a las jovenes generaciones instandolas a valorar la historia nacional.
Entre el numeroso publico asistente -mas de quinientas personas- ademas de alumnos del Colegio Jose Hernandez, se encontraban docentes y directivos de colegios del Partido de San Martín, que siguieron con atencion y elogiaron las exposiciones realizadas. Estuvieron presentes, entre otras personalidades, el Secretario de Gobierno de la Municipalidad de San Martín, Lic. Daniel Ivoskus, la Subsecretaria de Cultura Prof. Silvia Gorostiaga, el Director de Museos Lic. José María Dobal, el prestigioso historiador de la Republica Oriental del Uruguay, Lic. Alberto Umpierrez Larrosa, el historiador Ing. Leonardo Castagnino -autor de los libros Rosas, Sombras y Verdades y La Guerra del Paraguay- y el Presidente de la Cooperadora del Museo Rosas Dr. Nestor Güichal.
Al iniciarse las jornadas el Ing. San Martín obsequió a los disertantes y autoridades con una carpeta con la historia del Banco de la Provincia y al finalizar las mismas, la Profesora Gorostiaga obsequió a los mismos con un ejemplar del Martin Fierro, ilustrado por artistas locales.
Entre cada exposicion se realizó un intermedio, ofreciendo el Colegio Jose Hernandez un refrigerio a todos los presentes.
Todos los asistentes han coincidido en la importancia del evento para la cultura del Municipio, y la formación de las nuevas generaciones, comprometiendose a la realización de más actividades de esta naturaleza.
Instituto de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas de General San Martin.
DR.CARLOS DE SANTIS CTADOR DANIEL JEREZ
PRESIDENTE SECRETARIO

lunes, 20 de junio de 2011

Invitación

El Intendente Municipal de General San Martín, Dr. Ricardo Ivoskus y el Presidente del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas de General San Martín Dr. Carlos De Santis, tienen el agrado de invitar a usted y familia, al LXXVI Encuentro Regional de Historia Bonaerense, que tendrá lugar en el Aula Magna del Colegio José Hernández, calle 120 (Balcarce) 73 de Villa Ballester, los días 23 y 24 de Junio de 9:30 a 12 hs.
A continuación se adjunta el programa de la jornada:
Jueves 23 de Junio
9:15 - Inscripción. Entrega de documentación.
9:45 - Apertura del LXXVI Encuentro Regional de historia Bonaerense.
10:00 - Primera ponencia
"La identidad Nacional y la Identidad Sanmartinense"
Dr. Carlos Alberto De Santis
10:45 - Receso
11:00 - Segunda ponencia
"La política de la Junta de Mayo de 1810"
Dr. Alberto Gelly Cantilo
Viernes 24 de Junio
10:00 - Tercera ponencia
"La tarea para consolidar la Revolución"
Lic. Carlos Bayata
10:45 - Receso
11:00 - Cuarta ponencia
"Las jornadas del 5 y 6 de Abril de 1811"
Protagonistas, sucesos y desenlaces".
Lic. Carlos Pesado Palmieri
11:45 - Clausura del LXXXVI Encuentro regional de Historia Bonaerense.
12:00 - Entrega de certificados a los asistentes.
General San Martín, Junio de 2011.

sábado, 18 de junio de 2011

Nuevo Presidente del Instituto Nacional de Investigaciones Juan Manuel de Rosas

El abogado Constitucionalista Alberto González Arzac asumió hoy la presidencia del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas.
El flamante presidente expresó que el Instituto "es el que desde 1938 ha venido terminando paulatinamente con aquello que Ernesto Palacio denominara `historia falsificada´ y fue edificando una `historia documentada´".
Rememoró que en toda nuestra historia "sufrimos diversas persecuciones, hasta llegar a lo más insólito: que el presidente De la Rúa desnacionalizara el instituto, un verdadero absurdo".
Sobre ese episodio agregó que "como absurdo que era, el Congreso bajo su mismo gobierno votó la ley de nacionalización del instituto, convirtiéndolo en el primero de su tipo. Lo votó por unanimidad, hasta sus propios legisladores fueron en contra de ese disparate".
González Arzac aseguró, además, que "a costa de los riesgos y del sacrificio, se consiguieron cosas, como la reivindicación de las figuras de los caudillos provinciales, la repatriación de los restos de Juan Manuel de Rosas y la reafirmación de la soberanía en la batalla de Obligado".
Aludió luego a la "colaboración de todos" para "seguir con la reivindicaciones históricas".
En este sentido explicó a Télam que "hay que seguir todo lo que constituyó la Confederación Argentina, los gauchos, los negros, los indios, eso es lo que la ley nos impuso y es lo que venimos haciendo".
González Arzac destacó que "restaurar el lugar de la Vuelta de Obligado fue un acto fundamental por parte de la Presidenta, porque tomó partido en algo que otros gobiernos habían esquivado, un concepto acabado de la soberanía nacional".
Estuvieron presentes en el acto el historiador Pacho O´Donnell; el Historiador Arturo Pellet Lastra; la titular de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, Delmira de Cao; el general Fabián Brown, director del Colegio Militar; el politólogo Marcelo Gullo; el historiador y ensayista José Luis Muñoz Azpiri (h); Fabián Dantonio, titular de Ediciones Fabro, y varios académicos del Instituto Juan Manuel de Rosas.

viernes, 15 de abril de 2011

MEMORIA DEL AÑO 2010

El instituto de investigaciones históricas Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martín en el transcurso del año 2010, continúo con el desarrollo de las actividades histórico-culturales, se desarrollaron sus funciones básicas de investigación y divulgación de nuestra historia nacional, en un marco de acontecimientos internacionales, con el objeto que nuestros aconteceres queden insertos y comparados con los grandes pensamientos del mundo.-
La publicación y la distribución de “El Gran Americano”, y los libros publicados por el instituto, el intercambio de los mismos y las conferencias realizadas en el Museo Regional Brig. Gral. Don Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martín, fueron los pilares de la continuidad de la difusión de la vida del Brigadier General, la historia de la confederación y los hechos de la historia nacional.-
Las actividades fueron muchas, y a continuación detallamos las más significativas, sin quitar mérito a otras de similar importancia:
LXXIII ENCUENTRO REGIONAL DE HISTORIA BONAERENSE – HOMENAJE AL BICENTENARIO DE LA REVOLUCION DE MAYO 1810-2010 JORNADA BONAERENSE DE HISTORIA BICENTENARIO EN EL MES DE MARZO DIAS 19 Y 20 ( Patrocinado por el Banco Provincia de Bs. Aires Coordinación de Politicas Culturales Archivo y Museo Historicos . Catedrá “Dr. Arturo Jauretche”, “Instituto Cultural de la Prov. De Bs. Aires”, “El Instituto Nacional de Inv. Historicas Juan Manuel de Rosas”, “El Instituto Saenz”, y “La Municipalidad de General San Martín” .- El mismo e desarrollo en las instalaciones del INSTITUTO MAIPU sito en la calle Pueyrrerdon 3101 de San Martín Prov. de Bs. Aires y en el Museo Regional Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martín .- LOS EXPOSITORES DESRROLLARON LAS PONENCIAS FUERON LOS SIGUIENTES: DR. ENRIQUE BONOMI , DR. ALBERTO GELLY CANTILO, PROF. CARLOS PESADO PALMIERI Y DR. CARLOS ALBERTO DE SANTIS, EL CIERRE DEL ACTO ESTUVO A CARGO DEL LIC. JOSE MARIA DOBAL Y EL ING. AGUSTIN SAN MARTIN .-
CONFERENCIAS : MALVINAS A 28 AÑOS DE SU REIVINDICACION HISTORICA Prof. Carlos A. Barbera y Vgm Antonio Emilio Falcon .- CNEL. CIRIACO CUITIÑO. Vida, Proceso y Fusilamiento, Prof. Juan Martín Grillo.- LA VERDAD SOBRE MARIANO MORENO, Prof. Carlos Adamo Barbera .- IBEROAMERICA Y EL INDIGENISMO por el Prof. Jorge Oscar Sule.- LA TRADICION. Semblanzas de José Hernández, inmortal escritor y poeta, autor del celebre libro “Martin Fierro”, Prof. Julio Otaño.- LA SOBERANIA NACIONAL del Prof. Arturo Pellet Lastra .- LA PLATERIA. Historia y diseño, Ctador. Ricardo Pousa.-
En el Cierre del año académico.- “REFLEXIONES HISTORICAS, JURÍDICAS Y SOCIALES”, a cargo del Dr. Carlos Alberto De Santis.- En dicho acto, el Dr. Raul Chivilo puso en conocimiento de los presentes el nombramiento del Dr. Carlos Alberto De Santis, como ACADEMICO DEL INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES HISTORICAS JUAN MANUEL ROSAS, integrante de la Secretaría de Cultura de la Nación.- El Dr. Alberto Gelly Cantilo presidente de dicho instituto envió las felicitaciones de estilo, a los miembros del instituto de Gral. San Martín y en especial al nuevo académico.-
También el instituto estuvo presente en la Feria del Libro.-
CENA ANUAL DE CAMARADERIA Nuestro Instituto y La asociación Veteranos de Guerra de Malvinas de Gral. San Martín, se reunieron el día sábado 11 de diciembre de 2010, en la Parroquia Sagrado Corazón de Villa Ballester, y compartieron la cena anual de camaradería.- El veterano de Guerra Antonio Emilio Falcón y el Dr. Carlos Alberto De Santis, presidentes de ambos institutos resaltaron el espíritu cristiano y nacional que une a los miembros de ambas asociaciones y se comprometieron a continuar trabajando en forma conjunta por el esclarecimiento histórico y contra la desmalvinización de la sociedad.- Al finalizar los numerosos presentes brindaron por la Patria, por los 649 combatientes fallecidos y con la promesa de volver a nuestras queridas ISLAS MALVINAS.-
Durante el año se recordó con dolor la partida física de nuestros amigos y asociados: Cont. Walter Alauzet y Lic. Hugo L. Ortiz de Rosas, que habitarán siempre en el corazón de nuestra asociación.-
Se continuó con el desarrollo de la “BIBLIOTECA HISTORIOGRAFICA JORGE PERRONE”, la cual cuenta en la actualidad con 600 volúmenes a disposición de los alumnos y público en general.- ( Diego Pombo 3324, San Andrés, Gral. San Martín Prov. De Buenos Aires)
Cumpliendo con los objetivos trazados desde el año 1947, con la seguridad de haber desarrollado un año más de nuestra labor, en esta honorable tarea de defender el pensamiento nacional, y el amor por nuestro querida Patria, la laboriosa Comisión Directiva, los asociados, y todos aquellos que hacen posible que continuemos con la lucha que hace años, en otra medida, circunstancia y época desarrollara nuestro Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, saludamos en un nuevo año a todos las personas en cuyo corazón anida el amor a Dios , y la llama de la verdad y la justicia.-

La Comisión Directiva

viernes, 1 de abril de 2011

El lenguaje del Padre Castellani

Por José María Iraburu

–Primero el lenguaje de Cristo, luego el de San Pablo, ¿y ahora el de Castellani? Pero bueno…
–Los dos posts anteriores, con tantas citas bíblicas, me dieron mucho trabajo. Éste de ahora es un descanso para mí y espero que también para los lectores.
El padre Leonardo Castellani, argentino (1899-1981) fue uno de los más grandes escritores del siglo XX en lengua hispana. Al analizar yo aquí su lenguaje, siempre lúcido y lleno de humor, me limitaré a destacar su ortodoxia y su valentía para combatir a los más venerados ídolos de su tiempo. Elijo como ejemplo la crítica que Castellani hizo de Teilhard de Chardin (1881-1955), admirado entonces por la mayoría de la intelligentsia católica, no solo la progresista.
Los errores teilhardianos. Ya en 1950 –parece increíble– se atreve Castellani a escribir en su obra ¿Cristo vuelve o no vuelve?: «quien dudare (de que se está formando ante nuestros ojos una nueva y vasta religión herética) puede leer las obras de […] o recorrer los numerosos opúsculos a mimeógrafo y sin imprimatur del P. Teilhard de Chardin, […] mezcla detonante que constituye un vasto y complejo programa de neocatolicismo profundamente heterodoxo y “modernista”». Y cinco años más tarde ofrece una lista de los principales errores de ese autor, presentes en sus obras de modo implícito o explícito:
«1.- El transformismo darwiniano dado como verdad cierta. 2.- La negación de la Parusía o Segunda Venida de Cristo tal como la entiende la Iglesia. 3.- La negación de la Redención por la obra personal de Cristo. 4.- La negación del pecado original, a la manera de Pelagius. 5.- Monismo materialista evolucionista parecido al de Spencer y Haeckel. 6.- Panteísmo sutil a la manera de Bergson. 7.- Interpretación modernista de todos los Sacramentos, empezando por la Eucaristía, a la manera de Guenther. 8.- Negación del fin primario del Matrimonio y constitución del fin primario del matrimonio en la “ayuda espiritual mutua de los esposos”. 9.- Aprobación de los medios contraconcepcionistas en el matrimonio, a la manera de Malthus. 10.- Negativa implícita de la autoridad de la Iglesia para definir, a la manera de Loisy, Tyrrel y otros» (Dinámica Social, nº 63, Buenos Aires, noviembre 1955).

La Iglesia reprobó los errores de Teilhard poco tiempo después:
–la Sagrada Congregación del Santo Oficio (6-12-1957), en tiempos de Pío XII, ordena en un decreto que «los libros del Padre Teilhard de Chardin, S. J., deben ser retirados de las bibliotecas de los Seminarios y de Instituciones religiosas; no deben ser puestos a la venta en Librerías Católicas y no es lícito traducirlos a otras lenguas». De hecho, sin embargo, sus escritos, mimeografiados, se difundieron ampliamente traducidos a muchas lenguas.
–la misma Congregación del Santo Oficio (30-6-1962), ya en tiempos del Bto. Juan XXIII, publicó un Monitum muy severo:
«Varias obras del P. Pierre Teilhard de Chardin, algunas de las cuales fueron publicadas en forma póstuma, están siendo editadas y están obteniendo mucha difusión. Prescindiendo de un juicio sobre aquellos puntos que conciernen a las ciencias positivas, es suficientemente claro que las obras arriba mencionadas abundan en tales ambigüedades e incluso errores serios, que ofenden a la doctrina católica.
«Por esta razón, los eminentísimos y reverendísimos Padres del Santo Oficio exhortan a todos los Ordinarios, así como a los superiores de institutos religiosos, rectores de seminarios y presidentes de universidades, a proteger eficazmente las mentes, particularmente de los jóvenes, contra los peligros presentados por las obras del P. Teilhard de Chardin y de sus seguidores» (AAA 54, 1962,526).
En el mismo número de L’Osservatore Romano (30-6-1962) se publicó el Monitum acompañado de un estudio muy amplio. En éste se describían y reprobaban detalladamente graves errores y ambigüedades, la mayor parte de ellas ya señaladas por Castellani. La Creación del mundo no es para Teilhard un acto libre de Dios, y la evolución mundana, infaliblemente progresiva, en la que, de alguna manera, Dios se va perfeccionando, conduce necesariamente hacia el Punto Omega. Por eso, «el Cristo de la Revelación no es otro que el Omega de la Evolución»… «Cristo salva. Pero ¿no es preciso añadir inmediatamente que él es también salvado por la Evolución?» (Le Christique, ensayo inédito 1955). Ese mismo texto afirma que hay en Cristo, «en sens vrai», una «tercera naturaleza», no humana, no divina, sino «cósmica».
La gnosis de Teilhard, su teología-evolutiva, rinde al Mundo una veneración suprema. En 1934 (Comment je crois) confesaba: «si se diera el caso de que yo sufriera una revolución interior (renversement), si llegara yo a perder sucesivamente mi fe en Cristo, mi fe en un Dios personal, mi fe en el Espíritu, pienso que continuaría creyendo en el Mundo. El Mundo (el valor, la infalibilidad y la bondad del Mundo), tal es, en último análisis, la primera y la única cosa en la que yo creo».
La rehabilitación de Teilhard de Chardin es imposible, considerando la enorme gravedad de sus errores. Puede darse en alguna ocasión una expresión, dicha al paso, de admiración en alusión a una expresión feliz de su pensamiento. Pero no más que eso. Pondré un ejemplo al contrario. La Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el Cardenal Ratzinger, con muchas precisiones y explicaciones, reconoció que el sistema filosófico-teológico de Antonio Rosmini es compatible con la fe católica, teniendo en cuenta tanto las investigaciones más recientes, como el cambio histórico-contextual en el que aquellas «cuarenta proposiciones» suyas reprobadas se formularon (Nota 1-7-2001). Pues bien, una rehabilitación análoga nunca podrá darse en referencia a Teilhard, y nunca, concretamente, el Cardenal Ratzinger, en sus 23 años al frente de la Doctrina de la Fe, la ha realizado.
La anécdota siguiente es significativa. Una carta del Cardenal Casaroli al rector del Instituto Católico de París, que celebraba el centenario del nacimiento de Chardin (L’Osservatore Romano, 10-6-1981), produjo tantas y tales protestas, que la Oficina de Prensa de la Santa Sede hubo de publicar un mes después una nota aclaratoria, asegurando que el Monitum de 1962 seguía vigente, «después de haber consultado al Cardenal Secretario de Estado [Card. Casaroli] y al Cardenal Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, quienes, por orden del Santo Padre [Juan Pablo II], habían sido debidamente consultados de antemano acerca de la carta en cuestión» (L’Osservatore Romano 20-7-1981).

Escuchemos de nuevo al P. Castellani. El teilhardiano P. Luzzi, S. J. –ignorando el Monitum de 1962 y algunas obras críticas excelentes, como la del sacerdote argentino P. Julio Meinvielle (1965)–, canta la gloria de Teilhard en un artículo ¿Mundo y Dios en controversia? Y lo publica nada menos que en la revista paolina, de grandísima difusión popular, Familia cristiana (abril 1968). Poco después, el bueno de Castellani comenta adecuadamente el artículo. Pero antes de cederle la palabra, hago notar que con frecuencia él habla de Telar de Chardon, alegando que «éste es su nombre español, créanme, así lo hubieran llamado Cervantes y Luis de Granada»:
«El trabajo de este profesor constituye un intento de presentar a Telar en forma sinóptica y panegírica, para uso de la familia cristiana indefensa; a la cual la parta un rayo, si se fía de las “paolinas” […] Si Luzzi dijera palmariamente: “Nuestro Dios es un dios que se hace”, saltaría a los ojos una herejía patente […] Pero no lo dicen así: lo dicen amontonando la Cristogénesis, la centreidad, la morfología, la superconciencia, el punto Omega, el espacio-tiempo de forma cónica, la noosfera y cien más. Así, que te entienda Las Vargas.
«Las “ambigüedades” hormiguean en este escrito. Tomemos un ejemplo: Telar y su heraldo [el P. Luzzi] llaman conciencia a la afinidad química de los minerales, a los tropismos de las plantas, a la percepción del animal y a la conciencia del hombre; y por si fuera poco, también al hecho –si es hecho– de que “el portuario de Londres, el de Buenos Aires, el de Santa Fe reaccionan del mismo modo [?]. Hay algo que los hace manifestarse así, hay una conciencia común… ¿No notamos en esto una unificación de las conciencias?”. O sea una “superconciencia” destinada a unificarse en un bloque e ir a parar al Punto Omega en forma cónica.
«Esto pasa ya de la ambigüedad; es un bruto sofisma. El profesor dice que es “analogía”. Nones. Es un bruto equívoco, es equivocación. Nos toma por memos.
«Y así se podrían traer seis “ambigüedades” más. Como la que el espacio-tiempo-energía (Trinidad chardoniana) tiene necesariamente forma de cono. Risum tenete, amici! [amigos, aguanten la risa].
«Ellas [las ambigüedades] tiran a persuadir que en la Iglesia hay y había muchas cosas mal, que una buena inyección de Telar curaría como por ensalmo. Los que se opongan a eso, el Luzzi los amenaza con una cantidad de males que resumiremos en esto: se quedarán atrasados en las tinieblas de la Edad Media y no podrán convertir obreros –de los cuales Telar y el Luzzi deben haber convertido millares–; mientras los que se incorporan al movimiento gozarán de una cantidad de bienes tal que recuerdan el aria Ciarlatano en L’elisir d’amore de Donizzeti» (Jauja, nº 18, Buenos Aires, junio 1968).
Reconozcan ustedes, por favor, que hoy estamos urgentemente necesitados de la irreverencia bien documentada del lenguaje del P. Leonardo Castellani ante la manga de sabiazos elevados en nuestro tiempo, frente al Magisterio apostólico, como grandes ídolos teológicos.
Los admiradores actuales de Teilhard de Chardin siguen siendo en la Iglesia, por supuesto, los modernistas y progresistas supervivientes, cada vez más viejos y desencantados –y cada vez más fuera de la Iglesia–. Pero no deja de ser significativo que los principales enemigos actuales de la Iglesia rinden especial culto al P. Pierre Teilhard de Chardin. Por ejemplo:
–La New Age admira a Teilhard de Chardin.El Pontificio Consejo de la Cultura y el Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso, colaborando con otros altos organismos de la Santa Sede, elaboraron un amplio documento sobre la New Age, titulado «Gesù Cristo, portatore dell’acqua viva. Una riflexione cristiana sul “New Age”» (2-3-2003). El documento analiza el conjunto de tendencias gnósticas, panteístas, evolucionistas, naturalistas, esotéricas, etc. que confluyen en la New Age, y señala también su afinidad con el pensamiento de Teilhard, cuando dice en la nota [15] del documento:
«A fines de 1977, Marilyn Ferguson [una de las principales teóricas de la New Age], envió un cuestionario a 210 “personas empeñadas en la transformación social”, que ella llamó “Aquarian Conspirators” […] Cuando se solicitó a los encuestados que dieran el nombre de los individuos cuyas ideas les habían influido, bien a través del contacto personal, bien por medio de sus escritos, los más nombrados, por orden de frecuencia fueron éstos: Pierre Teilhard de Chardin, C. G.. Yung, Abraham Maslow, Carl Rogers, Aldous Huxley, Roberto Assagioli y J. Krishnamurti». A estos siete nombres principales, añade el documento otros 30 nombres significativos (The Aquarian Conspiracy. Personal and Social Transformation in Our Time, Tarcher, Los Ángeles 1980, pg. 50, nota 1 y pg. 434).

–La masonería admira a Teilhard de Chardin. Jacques Mitterrand, Gran Maestre de la Masonería, declaró en la Asamblea General del Gran Oriente de Francia (3/7-9-1962):
Teilhard de Chardin, «quizá sin que se diese cuenta de ello, ha cometido el crimen de Lucifer de que la Iglesia de Roma con frecuencia ha acusado a los masones: él ha afirmado que en el fenómeno de la hominización […] es el hombre quien tiene la precedencia y no Dios y es el artículo principal de este proceso. Cuando esta conciencia colectiva alcance su apogeo en el punto Omega –como dice Teilhard–, entonces habremos producido el nuevo tipo de hombre, como lo deseamos: libre en su carne y sin trabas en su mente» (Roca, XV, nº 171, 3-1982). Probablemente el Gran Maestro masónico no interpreta bien a Teilhard, pero sí es cierto que la masonería halla una afinidad profunda entre su visión y la gnosis teilhardiana. Y en todo caso, sí queda claro que tenía razón Castellani cuando entre los errores principales de Teilhard señalaba «la negación de la Parusía». Si Teilhard «profetiza» la eclosión final histórica y triunfante de la Evolución, la Iglesia católica, enseñada por Dios, muy por el contrario, nos asegura que ese advenimiento glorioso del Reino no se dará «en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal» (Catecismo 677).

Actualidad de Castellani. El lenguaje que Castellani, estando él muy solo, emplea contra tantos falsos profetas venerados en su tiempo, y concretamente, como hemos visto, contra la gnosis panteísta-evolucionista de Teilhard, es semejante al lenguaje de Cristo y de San Pablo contra letrados y fariseos. Y ése es el lenguaje que hoy queremos recuperar en la Iglesia católica. Tiene razón Castellani: nos toman por memos.