jueves, 28 de julio de 2016

Mesa Redonda: Bicentenario de la Independencia

El sabado 23 de julio ppdo. a las 11 hs. en el Museo Historico Regional Casa de Rosas, el Instituto de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martin y la Asociacion Cooperadora del Museo organizaron en forma conjunta, una Mesa Redonda y Debate sobre el tema:
 Caminos del Bicentenario de la Independencia Nacional.
Luego de una breve introduccion del Dr. Nestor Guichal, Vicepresidente de la Cooperadora y del Prof. Carlos Barbera, Director Academico del Instituto, el Dr. Julio Otaño, directivo del Instituto, historiador y docente dirigio la Mesa Redonda, ilustrando los hechos mas relevantes de nuestra historia desde 1810 a 1816, por medio de una proyeccion, mientras los asistentes a la reunion eran invitados a efectuar las preguntas, opiniones y aportes varios sobre el tema desarrollado, lo que tuvo lugar con gran entusiasmo.
Al finalizar, ambas entidades invitaron al numeroso publico presente, a compartir un pequeño refrigerio.  
Tambien se hizo presente la nueva Coordinadora del Museo Historico Casa de Rosas, Lic. Analia Adamo, a quien el Instituto y la Cooperadora, desearon el mayor de los exitos en su gestion, poniendo a su disposicion la colaboracion que necesitare.
La Comision Directiva. 






martes, 19 de julio de 2016

Juan José Castelli

Por Carlos Pistelli
castelli  Pocos saben que el doctor Castelli, el deslenguado de los tiempos patrios, era hermano de Juan N. Terrero, el consuegro de don Juan Manuel. Esas “mescolanzas” (si se escribe así) de las familias porteñas: Castelli y Belgrano, primos hermanos, sus padres arribaron a Buenos Aires en el mismo barco, y se ve que eligieron a mujeres de una mesma familia. El sobrino de Castelli, adoptado por don Juan Manuel. Su hijo, asesinado y descabezado en el levantamiento de “Los Libres del Sud”. Su sobrino, casado con Manuelita, la hermanastra de su sobrino, y así podríamos seguir un siglo.
 Nacido el 19 de julio de 1764, estudió en el Real Colegio San Carlos, en el Monserrat de Córdoba, y en Charcas, perteneciente a las provincias del Alto Perú. Abogado, y fogoso amante, cuentan las malas lenguas, defendió a su tío, Domingo Belgrano, quien aparentemente hizo su fortuna de malos modos. Su padre, Ángel Castelli y Salomón, veneciano, probó suerte con un comercio, y desde entonces le quedaría el apodo a don Juanjo: “El hijo del boticario”. Fue vicesecretario del Consulado, pero la mala salud del titular, lo dejaba a cargo constantemente del mismo. (jeh) Llegada la Revolución y el proceso emancipador, fue de los principales jefes, y el mejor de todos elllos en los tiempos de Mayo. Condujo políticamente la campaña al Alto Perú, fusiló a Liniers, y terminó corrido por los mismos pueblos que lo vivaban hasta el delirio. Hasta la Muerte, socarrona con los filosos oradores, le jugó una última broma: Un tumor provocó que le cortaran parte de la lengua, “Y el orador de la Revolución”, “Yo soy, la Revolución”, como se dijo a sí mismo, alguna vez, terminó mudo y moribundo, esperando que lo juzgaran por sus malas acciones, y entrecerrado en el cuartel de Patricios, en donde hoy está la “Manzana de las Luces”. Se supone que sus restos descansan debajo de la imagen de San Judas Tadeo, en la iglesia de San Ignacio, ubicada precisamente en ese lugar histórico. Bien que pudo reír el fantasma deslenguado, en estos tiempos, cuando los chicos (algunos) del Nacional, defecaron en el medio del atrio sagrado.
  “Visité a Castelli cuando la vida se le iba en aquel vertiginoso octubre de 1812. Su última actuación pública fue en Diciembre del ’11, cuando intentó mediar para que las tropas gubernamentales no escarmentaran con saña a los patricios insurrectos encerrados en el Cuartel de las Temporalidades, en donde guardaba cárcel. Su hija Ángela quería casarse precisamente con uno de ellos, y me habló para convencerlo del trámite. Sabes que él aborrecía al saavedrismo, de los tiempos de Huaqui, y creía que su hija le traicionaba. Un largo pleito, comidilla de aquella Buenos Aires, envolvió el tema.
Ya no tenía lengua ni fuerzas, ni tampoco frases insolentes con las cuáles rematar conversaciones. Al reconocerme entrando a su cuarto putrefacto, me sonrió, tosiendo, hasta contento:
Sí, ya sé, Ud. sin habla, y yo sin brazo, La risa lo retorció todo, y hasta a mí me dolían sus convulsiones. Me acerqué a su lecho, le apreté la mano, el hombro luego, y le susurré al oído: Nuestros infiernos actuales, Castelli, nos han ganado el cielo.
  Volvió a retorcerse todo; Garabateaba en la pizarra que usaba para comunicarse, algo, pero no le entendí.
Le saludé y me fui de ese olor a muerte y dolor. De tristeza, inigualable. De patria, muerte, y olvido: Del “Padre, de la Revolución de Mayo”. Del más grande hombre que la tierra había dado, y en arruinarlo todo. En esa desesperada lucha por ocultar sus temores, sus prejuicios, y ese ingrato apodo de “Hijo del boticario, Satanás en persona”. Cuando me crucé con su viuda, en otra ocasión, buscando ella que le pagaran sueldos atrasados, me contaría:
-Juan me pidió su pizarra, antes de morirse, y escribió: “Si ves al futuro, dile que no venga”. Y reímos los dos, aunque más no sea para recordar a aquel ladino maravilloso. Del bastardo hasta morir, del genio a la locura, y el patriota sin igual; Del mayor hombre de convicciones libres que yo conociera, y en esos tiempos violentos, que pudiéramos dar. El Danton ante el Robespierre (por Moreno) y la ventaja que su Desmoulins (Belgrano), lo superaría, y con creces, hasta la eternidad. Del Padre de la Patria, difícil de igualar, y de aquel discurso en la Puerta del Sol, que resuenan en mis oídos, gritándole al mundo, ¡Lo que éramos! Éramos la cuna, de la verdadera Libertad”.

viernes, 15 de julio de 2016

Tarde pero mal, no importa, se va llegando

POR JORGE SULÉ
Nos referimos a ciertas informaciones asentadas en el libro: “Juan Manuel de Rosas. La construcción de un liderazgo político” de Raúl O. Fradkin y Jorge Gelman, autores que se mueven en la presunción de objetividad e imparcialidad que se atribuyen a la investigación histórica..,y algo han avanzado.
Señalaremos datos, errores, omisiones contextuales sin los cuales queda la información incompleta o directamente adulterada, circunstancias varias que nos suscita la lectura de este libro que, no obstante, recomendamos.
En las primeras páginas los autores afirman que Rosas dominaba el francés y el inglés. No es cierto. Rosas dominaba el castellano bien, el latín mal y el pampa indígena bien.   Durante el bloqueo anglo-francés iniciado en 1845, y que duró unos años, el 12 de junio de 1847 Rosas recibió al embajador francés, conde Walewski, quien trajo como traductor a Brossard, funcionario de la embajada francesa que hablaba el castellano, por lo que ofició de. intérprete entre Walewski, que no hablaba el castellano; y Rosas, que no hablaba el francés.   
En cuanto al idioma inglés, durante casi tres meses de trayecto en el buque inglés Conflict que llevó a Rosas al exilio, tanto él como Manuelita fueron aprendiendo algunas expresiones de ese idioma, gracias a los buenos oficios de un marino inglés y un diccionario de dicha lengua.
En la página 204 los autores reconocen el “fuerte sustento legal e institucional” que tuvo Rosas: tuvieron que agregar el sustento popular que lo acompañó hasta sus últimos días y posteriormente en su ausencia (en las pulperías rurales o en la evocación de provocadoras guitarras).
En la página 240, en la que se recuerda la campaña al desierto de 1833, se da por “acuchillado” al cacique Chocorí. Error. El blandengue Francisco Sosa, que lo persiguió y no lo alcanzó, le llevó a Rosas la lanza del cacique y su cota de malla (su coraza) compuesta por siete cueros superpuestos de venados que cubría el torso del cacique.  Se entendió entonces que un indio sin su lanza y desnudo en la Patagonia era hombre muerto. No fue así. Hacia 1841 apareció Chocorí con sus hijos Sayueque y Antiglif y pidió la paz a Rosas, quien lo aceptó y lo incorporó al “negocio pacífico”.
En la página 243, los autores recuerdan la cantidad de indios muertos en la campaña al desierto (entre 1400 a más de 3000). Se omite enumerar las bajas de los soldados de línea, ni a los miles de cautivos liberados.   Al parecer para los autores un cristiano muerto no es igual a un indio muerto. Asoma acá la trampa dialéctica. Si matan los cristianos (españoles, criollos, blancos) a algún indio, o a muchos, será siempre un genocidio. Si en las pirámides truncadas de México se le arrebata el corazón a los indios prisioneros de guerra, o algunos blancos (cristianos) derrotados en algún entrevero, en homenaje a algún dios, es explicado ese sacrificio como un sublime arrebato teológico.
Si miles de indios murieron esclavizados en las tribus, trabajando durante años en la construcción de monumentos faraónicos para depositar el cadáver de un rey , que era justamente quien los había exterminado hasta la muerte, los simpatizantes indigenistas hablarán de las maravillas de los testimonios arquitectónicos de los nativos. Ahora bien, si hubo indios que murieron trabajando en el sistema de mita, se dirá simplemente que el Estado español los oprimía cruelmente.  De tal modo, se llega a la conclusión que el mundo cristiano es mendaz y antihumano, y la indianidad generosa y buena por naturaleza y arquitectónicamente bella.
Después de esta disgresión que no les viene mal a repetidores y gacetilleros, también se hace necesario explicar el porqué de algunas órdenes de violencia que fueron dictadas por Rosas a algunos de sus subordinados en la Campaña del Desierto.   No todos los indios eran iguales. Los había dispuestos a tratar y otros no. Rosas, cuando organizó la expedición, siempre tuvo en su cabeza el punto neurálgico al que tenía que llegar y desbaratar. Ese lugar era Choele Choele, de excelente pastoreo en el Río Negro, lugar de concentración de la hacienda robada en estancias de Córdoba, San Luis y Buenos Aires, por indios ranqueles y vorogas, para luego ser trasladados para su venta a los hacendados chilenos. Ese lugar, dominado por Chocorí, sus indios; soldados y suboficiales desertores que pagaban con alcohol, y chucherías a sus socios ranqueles y vorogas y con mujeres para servicio y serrallo de los suyos. .
Rosas tenía en su punto de mira fundamental ese lugar de comercialización y traslado. Sus órdenes de eliminación o de exterminio fueron para estos huiilinches pehuenches (Chocorí y su gente), No así para otros, por ejemplo, para los tehuelches, con los cuales suscribió tratados de paz, sugiriéndoles que defendieran y comercializan con Carmen de Patagones y así lo hicieron.
En la página_307, se repite otro disparate: “Rosas en los altares de las Iglesias”. El inventor de la especie "'fue Rivera Indarte en “Rosas y sus opositores” sin mayor examen lo repitió Florencio Varela en el “Comercio del Plata”, estando exiliado, y lo reiteró ingenuamente Félix Frías en “La gloria del tirano Rosas”.
De allí lo tomaron todos los historiadores, novelistas, ensayistas y gacetilleros actuales. Esta repetición, que va desde los nombrados, pasando por Grosso hasta Levene, se convirtió en una tradición de errores, originada en un disparate de uno de los opositores. A ninguno se le ocurrió consultar las hemerotecas de la Biblioteca Nacional para estudiar las ceremonias religiosas de la época de Rosas. En la gaceta mercantil en 1839 se describe cómo el retrato de Rosas era “colocado en el pabellón que le estaba preparado en el prebisterio (en la catedral)”.  En otros periódicos se describe el espacio que estaba preparado en el prebisterio (La Merced); en otro “dos centinelas hacían de guarida de honor en el prebisterio (Balvanera)”. En ninguna parte se dice que el retrato fuera colocado en el altar. Dicho lugar (el prebisterio) es el espacio más cercano al altar, su utilización no es una profanación. En la actualidad es el lugar que se reserva para el Presidente de la República y eventualmente su esposa. Para notificación de los gacetillerros repetidores: el rito venia de los tiempos españoles. Era costumbre llevar las efigies de los reyes hasta las iglesias y ser recibidas allí por los prelados y cleros, bajo palio, para conducirlos al prebisterio. Se ve entonces que los autores de turno no han ido a la hemeroteca, algunos sólo han repetido una tradición de errores.
En la página 310 se deslizan varios errores que por no investigar, repiten afirmaciones de María Sáenz Quesada, que incurre en inexactitudes que los autores repiten.
Nos referimos a la amante que tuvo Rosas después que fallece en 1838 su esposa Encarnación que precisó atención por su dolencia terminal (cáncer) especialmente en sus dos últimos años 1837 y 1838 en el que falleció el 20 de octubre.  Cuando Eugenia se incorpora (como una especie de empleada doméstica) ya venía embarazada. Tuvo a su primera hija hija Mercedes ese año 1838 y que llevo el apellido Costa porque fue engendrada por Sotero Costa Arguibel, un sobrino de Encarnación.  Para sostener que Eugenia tiene amores con Rosas desde los trece años, María Sáenz Quesada afana en su libro “Mujeres de Rosas”, citado abundantemente por los autores, que Eugenia nace entre 1823-1825, La autora desconoce el Censo de 1855 y 1869, en donde están asentados los datos de toda la familia de Eugenia Castro, que dicen que su año de nacimiento fue 1820, habiendo tenido su primera hija a los 18 años, Mercedes, por un Arguibél. Los autores del libro que comentamos, repetidores de una autora que tampoco investigó el tema, incurren en las mismas aseveraciones incorrectas de su fuente.  Así nacen o se perpetúan las tradiciones de errores todos llevados por sus detestos o prejuicios (¿la objetividad?).  A Dios gracias queda en los documentos que los autores desconocen.
En la página 322 los autores cometen otro error sustancial al afirmar que Rosas impide el flujo á metálico al interior.  No leyeron el decreto de Rosas que prohíbe el flujo de metálico y la exportación de metálico “tan solo por agua”. Quien mira el mapa de la Argentina, se dará cuenta que el decreto está dirigido a las provincias del litoral, y parcialmente Santa Fé, pero dejaría libre de esa traba al resto.  Allí comienzan los enojos de Urquiza. Los historiadores cuando se refieren a esas prohibiciones se comen el final del decreto “tan solo por agua” y hacen recaer las prohibiciones sobre el resto del interior.
Ya sea por ignorancia o deshonestidad intelectual omiten la parte del decreto que dice “POR AGUA” y así alimentan la animosidad hacia Buenos Aires para hablar de su inveterado centralismo. De paso ocultan que acá se esconde uno de los enojos de Urquiza que lo llevará a Caseros.
En la página 318 haciendo alarde de imparcialidad y objetividad reconocen que Rosas hacía votar a toda la población incluyendo a todos los soldados: omiten decir que también los hacía votar a los indios “de sargento para arriba”. No seguimos adelante con la enumeración de otros errores, omisiones o verdades a medias que nos hacen creer que los grandes autores revisionistas mencionados en la extensa bibliografía citada no han sido prolijamente leídos.  Apenas ha habido una mirada superficial y deficiente.  Pero nos advierte que los nuevos cultores del revisionismo contemporáneo están totalmente ignorados, repitiéndose los libros de las comentes historiográficas afines a los autores que los inhabilita a la tan aclamada ecuanimidad que pretenden esgrimir.
Por lo menos ya no hablan de la “tiranía sangrienta”, es un paso adelante.
Han reemplazado lo de la “tiranía sangrienta” por un “bendigo a tutti” que desde el pulpito neutral, como decía Jauretche a Félix Luna, intentan distribuir justicia mitad por mitad, eclécticamente.

¿Podrán hacerlo? ¿mandarlos a todos al Paraíso? Rosas se encontrará con Urquiza y le preguntará, “¿se recuerda en las escuelas que yo derroté a Francia e Inglaterra y que Ud se unió con Brasil para combatir su propia patria?”. Urquiza quizás le responda, “no había otra alternativa para escribir el “cuadernillo de 1853”. También se encontrarían Mitre y El Chacho y Mitre lo abrazaría con las dos manos al Chacho, pero este solamente lo abrazaría con una mano porque con la otra se estaría sosteniendo la cabeza que le cortaron en Olta. No está mal perseguir la ecuanimidad. ¿Podrá lograste? ¡Pero investiguen muchachos, investiguen!

miércoles, 13 de julio de 2016

CONFERENCIA MAGISTRAL DR. JORGE SULÉ

JUEVES 14 de JULIO DE 2016 A LAS 19 HS

INSTITUTO NACIONAL JUAN MANUEL DE ROSAS  

Montevideo 641, Ciudad de Buenos Aires.  
 


La Comisión Directiva del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas tiene el agrado de invitarlo a la Conferencia Magistral del Dr. Jorge Sulé, intitulada "Reflexiones históricas y anecdotario", que se desarrollará en el Salón de los Caudillos del Instituto, sito en la calle Montevideo 641 de esta Ciudad de Buenos Aires, el próximo jueves 14 de julio a las 19.00 hs.   


El disertante será presentado por el 

presidente del Instituto, Dr. Alberto Gelly 

Cantilo.

   


"Después llegaría el silencio. Los diarios cobraron una repentina afonía, los críticos enmudecieron, los escritos callaron (...) Nadie hablaba, nadie escribía, nadie comentaba el libro que él creyera iba a conmover a la Argentina. No había ataques ni elogios (...) Nadie comentaba en público "el Rosas", pero desaparecía de los anaqueles" (José María Rosa, Adolfo Saldías y la génesis de la Historia de la Confederación Argentina, 1960).  

lunes, 4 de julio de 2016

"Rosas y el 9 de Julio" por el Dr. Sandro Olaza Pallero

El Instituto de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas de General San Martin, adhiere a esta valiosa conferencia del Dr. Olaza Pallero en el Instituto Nacional de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas, en la que se hara presente. recomendando la asistencia a la misma a dirigentes, asociados y amigos.
La Comision Directiva

HOMENAJE AL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA



La Comisión Directiva del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, tiene el agrado de dirigirse a Ud., a fin de invitarlo a participar en el Homenaje al Bicentenario de la Independencia que se realizará el día jueves 7 de julio a las 19, 00 hs. en el Salón "Los Caudillos", sito en Montevideo 641. En esta actividad se brindará la conferencia presentada por el Dr. Alberto Gelly Cantilo: "Rosas y el 9 de Julio" por el Dr. Sandro Olaza Pallero

IMPRESIONISMO - POSTIMPRESIONISMO Y NEOIMPRESIONISMO

El Instituto de Investigaciones Historicas Juan Manuel de Rosas de Gral. San Martin adhiere y difunde  esta importante actividad cultural del Arquitecto Paoletta y la Asociacion Dante Alighieri y recomienda la asistencia a la misma.Imagen integrada 1
La Comision Directiva
IMPRESIONISMO - POSTIMPRESIONISMO Y NEOIMPRESIONISMO
Continuando con el Ciclo de Extensión Cultural que realiza la Dante Alighieri de San Martín el miércoles 06 de Julio a las 19 hs. en su sede de Ramón Carrillo 2436 de San Martín, el arq. Juan Carlos Paoletta quien expondrá a través de imágenes digitales el "Impresionismo, Postimpresionismo y Neoimpresionismo”
Para informes, consultar en Secretaría, calle R. Carrillo 2436 de San Martín, Tel. 4753-5717.

domingo, 3 de julio de 2016

Reunión de la Federación de Entidades de Estudios Históricos de la Provincia de Buenos Aires

La entidad Presidida por la Prof. Nora de Fasani realizó un almuerzo de camaraderia en el marco de los actos del Día del Historiador. El encuentro tuvo lugar en el Restaurante "La Quintana" de nuestro Partido. Asistieron al mismo, representantes de las entidades federadas, como así también historiadores y entidades especializadas. El Instituto Juan Manuel de Rosas de Gral San Martín Adhirió al mismo, en la presencia de los ilustres Tte Cnel Horacio Morales y Prof. Carlos Adamo Barbera; además del Dr. Julio R. Otaño. 
Mas de 50 personas asistieron en un ambiente de compañerismo y amistad. Los invitados firmaron un Pergamino como Testimonio.  Antes del brindis se realizó un sorteo gratuito de numerosas e importantes publicaciones donadas por el Tte Coronel Morales, La Prof. de Fasani, la Prof. Mabel Trifaro, la Prof. Nelida Rosa Pareja, Prof. Horacio Callegari y el Prof. Arnaldo Miranda.
Asimismo la Licenciada Graciela A. Pintos invitó al evento de conmemoración del Centenario de la Colocación de la Piedra Fundamental de la Torre de la Independencia- Ader
El sábado 9 de julio de 2016 a las 12.30 hs en Triunvirato y Castelli, Villa Adelina.